Las estructuras cubiertas y espacios que conforman la primera fase de la Misión Cultural alojarán la totalidad del programa cultural y educativo durante el tiempo en el que se construya el resto del conjunto. Los espacios son sencillos, continuos y de fácil integración debido a la flexibilidad que requiere un programa que cambiará con el tiempo.
Con materiales propios de la región y con el conocimiento constructivo de los trabajadores locales, las estructuras articulan, a través de los espacios contenidos, corredores y patios, así como las experiencias y atmósferas en los que los menores de esta comunidad rural realizarán su iniciación artística. La escuela de artes funciona como un centro reconocible que atraerá a la juventud local debido a su proximidad a diferentes comunidades, ofreciendo una educación adicional enfocada en programas artísticos que se centrarán en la identidad y las tradiciones locales.
La arquitectura del entorno construido funciona como una herramienta para el aprendizaje, ya que promueve una búsqueda continua de creatividad y curiosidad y utiliza sus elementos como un fondo para la tradición y la historia, todo moldeado por el paisaje circundante. La escuela de artes se convierte en un espacio que recibirá amablemente a visitantes y estudiantes, permitiéndoles crear y consolidar la identidad de su propia comunidad.