El Edificio Redondo se encuentra en la cima de una fila de 4 edificios construidos a principios del siglo XX en el centro de Coímbra. Su forma cilíndrica responde al cruce oblicuo entre dos calles, y le confiere una cierta singularidad. La organización original, en dos casas independientes, fue mantenida: un apartamento de planta baja y una casa de 2 pisos y cubierta en los pisos superiores.
La distribución original era muy fragmentada con varias divisiones pequeñas alrededor de grandes distribuidores. Los techos altos conferían a los espacios una característica sensación de verticalidad.
La actuación se basó en 3 + 1 operaciones:
1. Una serie de precisos cortes en las paredes conectan los espacios verticales y se introduce el espacio horizontal, mientras que las proporciones originales se mantienen legibles en los techos. El espacio resultante es una secuencia de los originales, con sus ritmos de ventanas, puertas, detalles, luces y sombras.
2. Las infraestructuras están integradas y ocultas para mantener el carácter original del espacio. El resultado da la sensación de que no se ha hecho nada.
3. Todas las funciones prácticas se resuelven con una serie de piezas exentas de mobiliario. La materialidad constante de estos objetos (construidos en roble y sucupira) confieren al conjunto continuidad y unidad.
+1. La eliminación de un plan de cobertura crea un patio descubierto. Un espacio ambiguo entre dentro y fuera, abierto y privado, con una hermosa vista de la ciudad.