Junto al terreno en el que se construyó este proyecto hay una iglesia de ladrillo rojo con 60 años de antigüedad, que fue renovada por el despacho. La misión era construir junto a ella un nuevo complejo formado por una residencia, un almacén y un parque infantil.
Cada parte es independiente en su función, pero todas se reúnen bajo esta condición inicial. La intención de Studio Tngtetshiu fue evitar la interferencia de las distintas funciones, pero mantener ciertas conexiones con las demás.
El sistema general del edificio está formado por un espacio intermedio, aún por definir, que se corresponde con la abertura del eje central de una antigua iglesia adyacente. Se aplicó un sistema de estructura de acero al nuevo edificio, con lo que se creó un contraste entre la ligereza del acero y la pesadez del ladrillo. El aspecto del edificio opera como una variación aleatoria de las casas revestidas de hierro que suelen verse en el campo. Es un edificio con dos conjuntos de grandes tejados de doble vertiente.
El proyecto nace con complejidad y contradicción: es tanto un almacén como una residencia. Los dos edificios aportan y comparten sistemas estructurales y lenguajes arquitectónicos relacionados, pero diferentes. Los fragmentos de elementos arquitectónicos heredan las articulaciones de elementos previos. Las aberturas de alturas y escalas variadas tienden un puente entre el interior y el exterior del edificio, al tiempo que conservan la intimidad, con lo que se amplía la apertura perceptible de quienes están en su interior.