Isla es un estudio de arquitectura y diseño fundado por Marta Colón de Carvajal y Juan Palencia. Tras su graduación en la ETSA de Madrid trabajaron varios años para despachos en Madrid, París y Basilea, entre ellos Langarita-Navarro, Luis Úrculo, Burckhardt+Partner y Herzog & de Meuron. Tras seis años en Basilea, en 2017 se trasladaron de nuevo a Mallorca y establecieron su propio despacho en la isla. Desde 2017 desarrollan proyectos de todas las escalas, desde objetos y proyectos domésticos hasta grandes edificios públicos, como el futuro Museo Marítimo de Mallorca.
Trabajando con un enfoque contextual —partiendo del lugar y la cultura—, Isla se centra en revelar las potencialidades de lo que ya está allí, subrayando la artesanía y el conocimiento de los que vinieron antes para elaborar un enfoque radicalmente contemporáneo para cada proyecto. Más allá de un estilo o una estética predefinidos, la oficina produce respuestas adecuadas a cada contexto individual, en colaboración con todos los agentes implicados.
La vivienda se inserta en un terreno rústico en Santa María, en el Pla de Mallorca, la zona llana en el centro de la isla, rodeada de viñedos. El programa de la casa se desarrolla en varios ejes que se articulan a lo largo de una serie de muros dispuestos en dirección Norte-Sur. El acceso se realiza atravesando una serie de pinos desde el camino hasta que se llega a la casa, que se presenta totalmente cerrada, recreando las influencias árabes locales. Una rampa curva guía hacia la entrada atravesando un jardín silvestre en paralelo a uno de los muros.
Se plantea una materialidad específica para integrar la vivienda y casi camuflarla con el paisaje local. En el interior la paleta se reduce concreto pigmentado del mismo color encarnado, blanco, cobre y madera natural, aportando a la vivienda una luz cálida y natural.
Para la edición inaugural de la Architekturwoche Basel, Isla-ganador del concurso para el Pabellón de Basilea- propone la Loggia Baseliana, un pasillo urbano y arcada que se abre al antiguo barrio industrial de Dreispitz, en el sur de Basilea, Suiza. Concebido como una estructura abierta y democrática que invita al paso o a la permanencia, el pabellón sirve simultáneamente de refugio, escenario, espacio expositivo y materialización de prácticas económicas circulares, que conecta el pasado, el presente y el futuro de la zona de Dreispitz.
El pabellón es un proyecto pionero de arquitectura circular, ya que todos sus componentes y materiales han sido recuperados de la región de Basilea. El pabellón está compuesto por módulos porticados, combinados en 5 unidades diferentes que se extienden a lo largo de cincuenta metros lineales.
Una casa de 50m2 encima del acantilado de la cala de Banyalbufar. El proyecto requería utilizar estrategias para aprovechar el espacio al máximo y ofrecer amplitud a la vivienda: crear almacenamiento debajo de las ventanas, diseñar puertas corredizas para optimizar los pasos, inventar mecanismos escondidos y abatibles, e integrar almacenamiento en cada rincón de la casa. La intervención se reduce al diseño de una única pieza de mobiliario que organiza el espacio cerrando en T un tabique existente, dividiendo en tres ámbitos la construcción principal, de mayor a menor, el salón-comedor, el dormitorio principal y el baño.