Casa Iguana es una vivienda unifamiliar ubicada en la zona conurbada de Alvarado, Veracruz, México.
La casa está situada en una zona habitacional suburbana sobre lo que antes fueron grandes dunas de arena a la orilla de la playa. Una zona tranquila, de clima cálido subhúmedo, libre de contaminación visual y auditiva; te retorna al Veracruz de descanso, de ritmo pausado y contemplación.
Su alto porcentaje de humedad en el ambiente y las fuertes rachas de viento del norte; son algunos de los factores considerados para el emplazamiento y materialidad de la obra. Como parte de los requerimientos, la casa debía ser de carácter tranquilo, un refugio de la rutina y cotidianidad. Pese a ser una residencia de uso permanente, los espacios transportan al usuario a un Veracruz de recreación y descanso, emulando las características de un danzón jarocho; tranquilo, pausado, preciso y romántico. Una casa de vacaciones ininterrumpidas.
Casa Iguana se sintetiza en tres volúmenes independientes, conectados por medio de un puente delimitado por tres muros celosía a base de soleras de barro recocido dispuestos de la misma forma en la que se levanta una torre de naipes, reinterpretando los remates de muros y balcones presentes en algunas de las construcciones tradicionales de la región.
La casa cuenta con un programa público y de servicio en planta baja, desplantado dentro de los límites de los tres volúmenes que conforman el proyecto. En planta alta, por el contrario, encontramos un programa exclusivamente privado, distribuyendo una recámara por cada uno de los tres módulos.
La casa se desplanta sobre un rodapié de concreto, que emerge de la tierra monolíticamente desde la cimentación; como lo hacen las raíces de un árbol, reflejo de su base estructural.
La luz juega un papel importante al trabajar en conjunto con los muros celosía; un juego de tramas, de luces y sombras, recorre los espacios materializando el paso del tiempo.
Los materiales se utilizan al desnudo manteniendo su propia expresión, sin aparentar texturas o colores ajenos a ellos. El carácter frío del concreto y el sistema aparente de vigueta y bovedilla se equilibran con la calidez del tabique refractario de barro recocido y el aplanado pulido de cemento blanco con resina de chucum; materiales de fácil mantenimiento y con el carácter suficiente para dignificar la obra a través del tiempo.