Ubicada en un fraccionamiento privado en la ciudad de Guadalajara, es un proyecto que satisface un programa específico de necesidades y un reglamento rígido que acotó las posibilidades de actuar en el predio.
La importancia de respetar la topografía original da como resultado un proyecto de dos niveles: uno de ellos se desarrolla por debajo del nivel de calle y se escalona conforme al terreno, al mismo tiempo gana altura y presencia conforme se acerca este extremo de la parte posterior de la casa donde convive y se delimita con una barranca natural al sur – oriente del proyecto.
La composición de la casa contrasta con el uso de una cubierta delimitada con vigas de acero y un muro de concreto enduelado en la fachada principal que se interpone al sol ante un ventanal que a la vez genera un patio exterior para una recamara. Al interior se reafirma el uso del enjarre de mortero pintado en color blanco como material principal y es evidente la estructura del domo generando un pergolado de concreto aparente. La importancia de crear espacios siempre en relación con el exterior se percibe desde el acceso principal, un patio interior delimitado por circulaciones y que une el acceso y la escalera principal.