La casa se implanta en un barrio de la ciudad de Córdoba apostando a la consolidación y disfrute de una hermosa ciudad que vive un preocupante proceso de expansión, de expulsión de población y de rechazo y abandono de ciudadanos seducidos por la vida en emprendimientos homogéneos y de perímetro cerrado en la periferia.
La idea de la casa surge de algunas memorias de la niñez y de las sensaciones que generaba el hermoso lote y barrio arbolado: de las ganas de vivir entre patios y árboles dentro de la ciudad. Así es como la casa está conformada por diferentes espacios con distintas cualidades y niveles de privacidad que acompañan arboles y configuran patios. Un gran zaguán se transforma en articulador y transición entre estos espacios interiores y exteriores. Alrededor del árbol del patio interno se disponen las escaleras para acceder a los distintos niveles.
Los modos de construir, la gestión y la materialidad son centrales en este proyecto que enfatiza la idea de casa como proceso. Es una casa abierta, que cambia, crece; y que se va pensando, modificando y definiendo en el proceso con los involucrados en la construcción y con la familia. La diversidad de etapas y sistemas constructivos también responde a la economía de la familia y posibilidad de hacerlo realidad en la situación que atraviesa el país.
La estética de la casa es la misma estética de obra en construcción, descarnada y sin maquillaje. El “lujo” está en el espacio y en las relaciones que esta vivienda facilita o permite, y no en el precio de los materiales y/o en el uso de elementos con tecnología sofisticada.
La casa se propuso como desafío disminuir los residuos que habitualmete se generan en los procesos constructivos, así como minimizar el consumo de energía para no sobrecargar las infraestructuras de la ciudad; con la idea de que pueda irse independizando e incorporando nuevas tecnologías ecosostenibles en el tiempo.
Por ultimo, es importante destacar que si bien la casa está destinada a una “familia tipo”, se pensó en una familia con modos y códigos contemporáneos. Por esta razón la casa pretende ser un soporte en la que cada uno pueda tener su espacio, habitar con libertad y compartir en familia y con amigos cuando se desee. Donde cada integrante de la familia pueda crecer, desenvolverse, y también involucrarse, apropiarse, disfrutar y jugar con la casa.