La renovación de una casa de dos pisos de 1960 diseñada por la firma Spinagu de Los Ángeles, recientemente finalizó su construcción en las afueras de Rosario, Argentina. La casa de 200-metros cuadrados propone transformar los mecanismos típicos de defensa y seguridad doméstica en infraestructura social a través de la delaminación estratégica de rejas de seguridad y ventanas vidriadas, engrosando el umbral entre el espacio interior y exterior con galerías flexibles.
Esta residencia con patio fue diseñada para una pareja extremadamente privada que, sin embargo, ama la vida interior y exterior. El diseño acentúa los usos superpuestos de los espacios privados y semiprivados a través de una superposición de volúmenes , espacios y ventanas recedidos. Spinagu propone una diseño arquitectónico que redefine la infraestructura de privacidad en un marco para el uso del espacio social.
En Argentina, estos dispositivos de seguridad son una característica común de todos los hogares; a menudo, un hogar requerirá varias capas de dicha armadura para proteger y asegurar la vida doméstica de sus residentes contra el ingreso de extraños. Además de resguardar la vida interior de un hogar, estos aparatos también forman parte integral de la forma en que una casa oculta, protege y se divide de sus vecinos y su contexto.
Para esta casa unifamiliar adyacente a la orilla del río Paraná, los diseñadores se enfrentaron a la restricción de una parcela estrecha dentro de una cuadrícula urbana muy subdividida. La casa, que se asienta sobre una parcela de 8,66 metros de ancho, comparte sus paredes medianeras con las casas linderas, como muchos otros edificios en Rosario. Emplazada entre una casa de 1920 de una planta hacia el oeste; y hacia el este, una casa de dos pisos recedida, la esquina achaflanada de Casa Piaggio reconoce este entorno de casas con techos inclinados; -el perfil diagonal del techo marca la casa (como la página favorita de un libro gastado) mientras se conecta a la perfección con la casa vecina.
La forma simple y rectilínea de la vivienda está perforada en las fachadas del frente y contrafrente por ventanas recedidas, alternando en un patrón de llenos y vacíos. En el patio delantero, esta composición de aberturas visualmente duplica la elevación de dos pisos de la casa en cuatro niveles virtuales.
Casa Piaggio acomoda los ritmos cotidianos de la vida familiar argentina, con tres habitaciones; dos baños y el indispensable asador. Las habitaciones en la planta baja que diseñó Spinagu están organizadas de manera que una fluye hacia otra, desde la calle hasta el patio trasero; una puerta corrediza vidriada conecta el comedor y la sala de estar con la terraza y el solárium en la parte posterior, lo que permite vislumbrar el limonero de cien años de antigüedad, que permanece intacto en medio de una franja de césped. Una escalera en forma de U ubicada a lo largo de la fachada frontal conecta los niveles inferior y superior, mientras que una ventana en doble altura permite vislumbrar la calle más allá del cobertizo de la cochera.
En el exterior, la casa está revestida en material de frente blanco, lo que le da al edificio un aspecto monolítico. La limitada paleta de materiales, en su mayoría blanca, continúa en toda la casa: porcelanato de color gris-cemento cubre los pisos de la casa por dentro y por fuera; paredes y techos interiores en yeso pintado de blanco; mientras que la cocina y los baños están revestidos en mármol de Carrara blanco, con venas grises.
Con el uso de geometrías simples y vacíos recedidos, Casa Piaggio explora las infraestructuras de privacidad de una casa y cómo estas podrían funcionar como un marco para el uso del espacio social.