El proyecto Casa Madí surgió como parte de un plan de retiro en el que la idea principal se enfocó en la creación de una casa de descanso con todas las comodidades para, de forma cada vez más gradual, aumentar su capacidad de habitación. El inmueble se ubica en las faldas de las montañas que rodean Huasca de Ocampo, en el estado de Hidalgo. Uno de los requerimientos primordiales del proyecto era la conservación de la mayor parte del bosque preexistente del sitio, condicionando de esta forma el emplazamiento de la casa en el lugar con menor impacto ambiental.
De esta manera, se comenzó a diseñar a partir de una exploración e integración adecuadas al bosque y topografía del terreno. El análisis del programa en el sitio arrojó una planta en forma de “T”, la cual divide el proyecto en áreas sociales, en una planta, y áreas privadas de dos plantas, conectadas al centro del volumen mediante un núcleo de circulaciones. El terreno presenta una pendiente en su lado más corto, lo que condicionó la construcción de la casa en niveles de terrazas. Esto el programa privado en la parte más alta, y la más baja para el programa público, que se extiende y abre gradualmente hacia el exterior hasta integrarse completamente con el paisaje.
El ala privada se remete hacia la parte más boscosa del terreno y se compone de cuatro recámaras de proporciones iguales, con un baño completo al interior de cada espacio. El área de circulaciones se completa con un pequeño estudio que se asoma hacia el bosque a través de una ventana franca. La zona social se compone por un espacio abierto que contiene: sala, comedor y cocina que, de manera lineal, se abren a su vez a unas visuales más amplias que permiten conectar con el exterior a través de un pórtico modular. Este último conduce a una segunda área social que se extiende hacia el sureste del predio.
La materialidad de la casa está determinada por el uso de ladrillo en escalas de gris a negro, lo que se definió a partir de la búsqueda del confort térmico por ubicarse en una zona fría y de montaña, pero también desde la exploración de materiales que lograran una mimetización con la cromática del bosque e hicieran referencia al contexto histórico de la comarca minera, en donde las haciendas y los paisajes naturales presentan una cromática y textura similares.
El proyecto cuenta con un sistema de recuperación, filtrado y potabilizado de agua de lluvia, pues al ubicarse en una zona boscosa, la cantidad de precipitación anual permitirá abastecer a la casa de forma sustentable durante todo el temporal de lluvias y unos meses más. La idea es reducir el impacto ambiental de la región y conseguir la independencia de la casa, en la mayor medida posible. Por último, se logró que el silencio y la contemplación fueran los ejes conceptuales de este proyecto que se integra en su contexto de manera holística y discreta.