El proyecto de la casa LA nació de una relación particularmente productiva con el cliente en la que se estableció una confianza sólida que nos permitió traducir, a pleno criterio, sus necesidades en soluciones espaciales.
A diferencia de las casas vecinas, cuyo frente de construcción se extiende al borde de servidumbre, Casa LA retrocede para crear un espacio abierto debajo de las copas de los árboles, como gesto de bienvenida.
El ingreso principal a la propiedad conduce a un pasillo exterior techado que pospone el acceso a la casa, flanqueado por un muro de piedra que oculta la cochera. El pasaje se abre hacia un estanque amplio con un prisma flotante de vidrio que se proyecta desde la casa y que alberga el estudio. Un sendero formado por bloques de piedra que emergen del agua ofrece una ruta exterior hacia las áreas públicas de la casa.
El programa se resuelve en dos bloques. Al frente de la propiedad se desplanta el edificio principal que contiene todas las áreas esenciales de la casa, incluyendo la cocina, sala, comedor, estudio, terraza, cuarto de servicio y dormitorios. En la parte posterior y más accidentada del terreno, encontramos las funciones complementarias como el cuarto de juegos y la alberca.
La experiencia de ingreso al complejo presenta una secuencia de capas o velos, comenzando por el espacio arbolado detrás de la línea de servidumbre, continuando a través del corredor abierto de ingreso, pasando por un patio abierto, hasta los espacios de convivencia al fondo del edificio.
El concepto para el edificio principal se desarrolla en torno a un patio central que permite ventilar naturalmente todos los espacios de la casa. Los ventanales operables que delimitan el patio actúan como una membrana permeable que desaparece para integrar el exterior y el interior de la planta baja, cuando el clima lo permite.
El segundo nivel de este volumen alberga tres recámaras, y una recámara principal, cada una con baño propio. Además de mantener un cierto grado de apertura con el patio central, los dormitorios integran balcones amplios dedicados que garantizan la ventilación natural del espacio sin comprometer su privacidad.
Cruzando el jardín que separa los dos bloques del complejo encontramos la alberca, en disposición transversal a la geometría del terreno. Al lado de la alberca se desplanta el volumen de concreto que alberga el cuarto de juegos. Esta área ofrece una vista franca de la cañada fuera de la propiedad. Un pasaje recto con descansos amplios y tramos cortos de escalera conduce a un sendero sinuoso que desciende a un jardín, al fondo del terreno.
Vidrio, acero fondeado, madera, concreto y piedra constituyen el lenguaje plástico de la casa, complementado con acentos en cuero y acero inoxidable. El baño de la recámara principal recibe un tratamiento particular y sus superficies se recubren casi totalmente de mármol blanco.