Esta casa fue desarrollada para contribuir al proyecto solidario de los sorteos TEC. Por medio de la venta de boletos de lotería, cuyo primer premio es una casa, el Instituto Tecnológico de Monterrey recauda recursos para becar a estudiantes que no pueden pagar por su carrera. El encargo se ha perfeccionado durante décadas y el estudio ELEMENTAL recibió este encargo con un listado y superficie muy precisas: máximo 600m2 y mínimo 600m2.
Para enfrentar el diseño de la nueva casa de ELEMENTAL, se partió desde múltiples frentes, uno de los cuales fue el tipológico. Siempre poniendo atención esa doble condición de los castillos de ser fortalezas volcadas hacia adentro, que protegen algo en un interior que no podemos ver y ser a la vez una presencia fuerte, monumental, abstracta en el mundo. Los castillos son introvertidos, pero no tímidos. Algo de eso se quiso plasmar en esta casa: un lugar que acoge y cuida, casi silenciosamente la vida privada y a la vez un lugar que inevitablemente es una declaración de principios en la vida pública.
Una estructura concéntrica nos pareció que era la forma más sintética de responder a esta doble condición por medio de una única operación. Pero además era la manera más limpia de responder a un lote irregular con orientaciones y geometría contradictorias. Optamos por una silueta que respondiera a todas las direcciones.
Por otra parte, si bien aceptamos rigurosamente cumplir con las superficies establecidas en el encargo, quisimos ampliar al máximo posible cada uno de sus componentes programáticos. Es así como al levantar el volumen del suelo, el tamaño de las áreas públicas de la casa, se convirtió prácticamente en el tamaño del lote. O el dormitorio principal, cuyo interior climatizado se detuvo en el ecuador de la circunferencia, desde el punto de vista de la experiencia espacial, se extendió hasta la totalidad del perímetro de la estructura. Lo mismo con el vacío vertical central: un solo golpe de vista permite abarcar desde la planta baja hasta el cielo abierto.
También se tomaron algunas lecciones de la arquitectura mexicana, específicamente respecto de las estrategias más pertinentes en términos ambientales y climáticos. Por eso si bien la geometría puede ser inédita, el hecho de que sea una arquitectura de muros que pone la masa térmica en el perímetro se liga con lo que tradicionalmente ha identificado la mejor arquitectura mexicana.
El resto es simplemente usar con la mayor virtud posible el conocimiento disponible a esta altura de la historia de la vivienda: las relaciones entre espacios servidores y servidos de Kahn, los circuitos públicos y privados de la vida cotidiana de Robin Evans o el plan espacial de Loos.
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