La casa es probablemente el primer ejemplo de asociación que tenemos con lo que sentimos que es nuestro. Mientras somos niños: jugamos, comemos y soñamos en ella, convivimos con nuestros padres y hermanos, le asociamos diversos recuerdos, así como múltiples significados durante nuestro crecimiento. Mantener vivas cada una de estas experiencias, es decir, del patrimonio activo contenido, es uno de los ejes rectores para mantener el funcionamiento original, así como aprovechar la estructura de la casa y a su vez proponer elementos que sean la vía para crear nuevos ambientes.
Ubicada en el Estado de México, en una creciente urbanización a las afueras del municipio de Texcoco, se concibe Casa Texcoco, un proyecto de remodelación de una casa-habitación que contempla las necesidades de una familia integrada por cuatro personas y una mascota.
En planta baja se encuentra la zona pública; en el primer nivel, la zona privada, usos que no se vieron modificados por la propuesta de remodelación, al igual que un elemento característico en la fachada: un cubo que sobresale hacia la calle.
El proyecto integra la fachada principal con su contexto inmediato y, mediante una celosía que funciona como entrada de luz y ventilación, se conecta el interior y exterior. La casa se completa con dos sustracciones en la fachada; la primera corresponde a una ventana que enmarca el paisaje inmediato, mientras que el segundo vano permite el crecimiento de la naturaleza existente contenida dentro de la vivienda, dejando que se conjunte con el exterior.
Al interior se realizaron una serie de modificaciones a partir de un cambio de materiales y mobiliario mínimo, para proporcionar diferentes atmósferas. Se utilizaron recubrimientos lisos blancos con elementos en el piso simples como madera y concreto pulido, adaptándose a las necesidades de cada espacio.
Se plantea el aumento del tamaño de los vanos existentes que miran hacia el jardín para proporcionar una mejor ventilación, así como una mayor incidencia de la iluminación y de la amplitud del espacio.
La casa fue pensada como una herramienta del tiempo, creando elementos atemporales y contemporáneos. La disección de la luz se convierte en un elemento importante por todo el proyecto; su entrada, a través de la celosía, el domo de las escaleras y los vanos situados por los diferentes espacios de la casa, se transforma en un espectáculo de apreciación de la sombra.
La casa se vuelve un elemento que funciona como observatorio de la naturaleza que lo secunda, el cielo se vuelve infinito y hace juego con los muros pintándolos azul, jugando con sombras geométricas que delinean las aristas de la casa. El conjunto se convierte en una enorme ventana que invita a un momento de contemplación y reflexión.