Situada en la punta de una colina, un basamento y un techo de concreto ofrecen vistas a la Piedra del Peñol y el embalse de Guatapé, (Antioquia, Colombia). Esta estructura podría entenderse como un mirador que domina el horizonte y como un refugio integrado a la montaña. 

La planta triangular de esta casa compacta está moldeada por la topografía angular, y crea tres ejes que organizan los movimientos espaciales. La experiencia del espacio se desarrolla en tres etapas, o tres interacciones con el paisaje. Primero, desde un pedestal sólido incorporado a la topografía, que se conecta de manera íntima con los jardines. En segundo lugar, desde un nivel superior transparente que se proyecta hacia las vistas lejanas enmarcando el paisaje. Por último, desde un techo habitable al aire libre. 

Las áreas privadas están resguardadas en el nivel inferior, comprimidas dentro de una intrincada masa sólida que se abre al bosque y los jardines. En contraste, el área social es un monoespacio con tres pilares visibles que soportan el peso del techo, cada uno con geometrías distintas: una chimenea triangular, una columna rectangular que alberga el refrigerador y la despensa, y una escalera semicircular rematada con un lucernario. 

Un camino orgánico conduce a un puente que da acceso a una terraza circular en el techo, ofreciendo vistas ininterrumpidas de 360 ​​grados sobre el paisaje del embalse. La superposición de diferentes geometrías crea una estructura que ofrece varias experiencias espaciales y relaciones diversas con el paisaje.