El terreno está ubicado en el barrio privado Las Prunas, un pulmón verde en el sur de Mar del Plata, Argentina. El sector, un lote sumamente arbolado con norte al frente y una leve pendiente hacia el centro de manzana. La materia más rica es el bosque de Eucaliptus. El objetivo es no tocarlo, es amoldarse a él y disfrutarlo. Uno de los trabajos principales fue el levantamiento en 3D de la totalidad de los árboles para poder encontrar los vacíos qué se podían ocupar.
Se llevó al límite el espacio construido permitido, el resultado, es una cáscara que atrapa. Resultando en un gran espacio donde conviven el interior y el exterior, el estar y el recorrer. Una cáscara, un caracol de concreto, que te toma en cota 0 y te saca en el nivel que denominamos “cota copa de arboles”. A esta cáscara se le suma un segundo elemento, una superficie sobre la que ella se posa. Un plano: a veces escalonado, a veces rampante, que deforma y confunde libremente la cota de piso, transformándose toda ella en una extensa explanada. Con todas las características de un espacio a lo Claude Parent; “donde el estar y el pasear se transforman en una misma situación”.
Por último, al pliegue recorrible, se le posan volúmenes y se le realizan huecos (patios atravesados por árboles) que dividen el gran espacio. Así, se definen y privatizan los diferentes sectores habitables. Todos estos espacios expanden en coincidencia con los diferentes niveles del recorrido del caracol exterior. Y este, te lleva a la terraza jardín como punto culmine del recorrido y de dominio de la naturaleza. Estrategias para multiplicar la materia existente y hacerla propia.