La casa está ubicada en el casco céntrico de la ciudad de Buenos Aires, la estrategia consistió en aprovechar al máximo la superficie disponible, con espacios que permitieran adecuarse a los cambios constantes de uso que requiere este tipo de programas.
Se desarrolla en tres pisos, una planta baja destinada a la recepción y estacionamiento, un medio nivel de área verde, primer piso áreas públicas, segundo piso de dormitorios y remate con azotea verde. La lógica de la estructura es la de una cuadrícula simple de concreto armado aparente que plantea una clara secuencialidad espacial. La escalera funciona como conector y plano estructural oblicuo. Las fachadas se diseñan independientemente de la estructura y se asocian a las cualidades y necesidades del espacio interior, intensificando la relación entre la casa y su entorno urbano.
El proyecto conjuga una planta flexible con un sistema de cerramientos que tamizan y regulan el grado de vinculación con el exterior mediante visuales continuas, reconociendo el paisaje barrial. Estos cerramientos aplican materiales libremente, asociados a tradiciones populares. Los materiales exponen su textura y color particulares, expresando su modulación. La obra pone en valor la arquitectura popular y anónima del barrio, a partir de procesos de re significación de lo local. Identidades que circulan, mezcla de fragmentos, proceso de reconversión del lenguaje.