En diciembre de 2018, Jan Kattein Architects se propuso un desafío distinto: diseñar la mitad de una calle principal sobre una franja de terreno de solo 4 metros de ancho y 100 metros de largo.
Junto con BD Landscape Architects y los diseñadores de iluminación Michael Grubb Studio para el desarrollador Lendlease, buscaron habilitar los espacios públicos más queridos de Londres para así fomentar la interacción social de las personas.
En contraste con el vallado de construcción para un desarrollo de uso mixto dentro del plan maestro de Elephant Park, el proyecto complementa la terraza con cafés y restaurantes recientemente inaugurados en el sur de la Calle Sayer. La naturaleza del proyecto permite probar respuestas a algunas de las preguntas existenciales apremiantes que enfrentan los centros urbanos de todo el país, incluida la forma de equilibrar las implicaciones de la economía de la experiencia emergente frente a la necesidad continua de espacios cívicos que definen un sentido de pertenencia en la ciudad.
La propuesta de la calle es lineal. Los pabellones ondulados se alternan con terrazas para eventos, microparques, rincones para sentarse y tres espacios de trabajo destinados a profesionales creativos. “Nuestra interpretación abarca todo lo placentero del caminar la ciudad; razones para deambular, oportunidades para encontrarse y un mirador para ver pasar la vida”.
La abundante vegetación exótica es una parte central del proyecto, que encierra suavemente áreas de descanso, dentro de la locura del exterior.
Una estación de radio comunitaria, una florería y una galería de arte son los primeros inquilinos del espacio de trabajo, completando el microcosmos de la calle principal con actividad comercial y cultural. Una vez que el proyecto se complete dentro de tres años, se intervendrá el andamio modular que constituye la superestructura y los pabellones del espacio de trabajo se volverán a utilizar en una escuela, un espacio comunitario o en otro lugar dentro del sitio.
La calle principal se complementa justo al oeste con un prado urbano de flores silvestres diseñado por BD Landscape. Este paisaje lúdico proporciona un oasis verde y un santuario compartido para las personas dentro de un denso entorno urbano. Las flores silvestres, las zonas de siembra ricas en polen y las estaciones de hábitat brindan un hábitat crucial con oportunidades de alimentación para abejas, sírfidos y mariposas.
El espacio cobra vida a través de esculturas, juegos para niños y lugares de descanso. Diseñado como un espacio sostenible e interpretativo, el parque utiliza madera talada autóctona y formas de relieve inclinadas para capturar la imaginación de todas las edades, usándose como juegos, asientos o esculturas.
Por la noche, el espacio enciende sus luces marcando su entrada para su recorrido.