¿Qué nos dice la foto del hombre que camina solo en un bosque casi virgen hacia su cabaña elegante pero de diseño simple que se sienta suavemente en el suelo?
Esta imagen muy popular podría relacionarse con el sueño de escapar de la metrópolis o una forma de volver a la naturaleza. Pero más que eso, esa foto muestra la victoria de la arquitectura, cómo es capaz de sobrevivir incluso sin una infraestructura que se supone ser el principal defensor de la construcción durante más de un siglo. Si bien, esta foto de la casa aislada en la naturaleza da una pista sobre el triunfo mencionado anteriormente, las secciones del edificio muestran los detalles y cómo la arquitectura supera estar sin infraestructura utilizando la naturaleza de colectores de agua de lluvia, paneles solares, etc.
Pero la naturaleza no siempre es un colaborador de la arquitectura. Lo que esas fotos encantadoras o secciones inteligentes no muestran: mosquitos gigantes, fuertes tormentas, sol ardiente, terrenos fangosos, también están allí.
Diseñar un edificio contemporáneo sin conexión a la red en la naturaleza no solo consiste en recolectar agua de lluvia o utilizar energía solar o ubicar el edificio de acuerdo con el sol y el viento; se trata más bien de una forma más directa e inequívoca de relacionarse con la naturaleza.
Hay ciertos casos en que esta relación tiene sus altibajos. A veces, durante una tarde de primavera, puede ser muy humilde y tierno, mientras que de repente puede volverse feroz y fuerte en una noche de invierno. Esta cabina está diseñada en base a esta relación. Es transformado manualmente por sus usuarios, de acuerdo con las condiciones climáticas.
Situada en un pueblo en la frontera turco-griega, esta cabina enfrenta condiciones climáticas que varían dramáticamente según la temporada. En una cálida tarde de lluvia, la ventana de policarbonato se convierte en un dosel para tumbarse y mirar el cielo sobre la fachada de madera contrachapada que se convierte en una terraza. En una noche tormentosa, tanto la ventana como la fachada están cerradas, entonces la cabaña totalmente hecha de estructura de madera laminada con aislamiento- se convierte en un velero en el océano. Todo esto sucede de forma manual, ya que la cabina no está conectada a la red.
Aunque está prefabricada y transportada a la tierra, ha sido adoptada por la naturaleza gracias a la primavera y completamente rodeada de plantas de mostaza. Para la concepción de este proyecto, los arquitectos intentaron visualizar la naturaleza no solo como un fondo pintoresco sino también como un protagonista de las escenas creadas.