Pensar en crear un espacio para si mismo y su familia muchas veces termina en una utopía.
La cabaña 192 es un proyecto familiar, que se concibe a largo plazo, y está conformado por tres cabañas y una casa principal. En este caso, los clientes —los padres y hermanos del arquitecto— estuvieron de acuerdo en que no aspiraban a tener un proyecto de lujo ni ostentoso. Mas bien, aspiran siempre a tener un espacio donde reunirse como familia, un proyecto sencillo y de bajo costo.
A partir de allí, decidieron reutilizar la madera de los pinos para incluirla dentro del proyecto. Una parte se utilizó para la cerca perimetral del lote, y la otra para la cabaña. La cabaña tiene solo 36 metros cuadrados (área cerrada) y 21 metros cuadrados (área abierta), cuenta con su servicio sanitario, la recámara y una cocineta.
Para el proceso de diseño los arquitectos se basaron en conceptos básicos de arquitectura tropical: elevando la cabaña sobre el nivel del suelo natural para mantener la humedad del trópico fuera.
De igual forma trabajaron con un sistema de estructura combinada: columnas de madera de pino, piso y paredes de láminas de fibrocemento, estructura de amarre de metal y una cubierta de láminas de termopanel reciclada.
El proyecto no solo contó con mano de obra local, sino también participamos los padres, los hermanos y amigos del arquitecto durante el proceso constructivo. La cabaña 192 es un proyecto -muy personal- que busca transmitir la paz y la tranquilidad que brinda la simplicidad, una arquitectura elemental.