La bodega Přátelé Pavlova está situada en un viñedo en la suave ladera noreste de las colinas de Pálava, con una vista impresionante del valle del río Dyje y los embalses de Novomlýnské. El paisaje influye en ella. El edificio es horizontal, tranquilo, fluido, como los viñedos que lo rodean. Se funde con el paisaje, sin llamar necesariamente la atención. Al mismo tiempo, tiene una estructura muy racional, inspirada en la construcción de graneros sencillos. Utiliza un mínimo de materiales de construcción y la posibilidad de construir con recursos locales. Tiene la estructura de los viñedos circundantes, su sol y su sombra.

El edificio se ha diseñado aprovechando las influencias naturales (sombreado, voladizos del tejado, predominio de la ventilación natural, articulación de materiales, incrustación en el terreno, retención de agua), complementadas con una fuente de calor y frío.

Sin duda, merece la pena mencionar que el edificio está situado en la Zona Paisajística Protegida y se construye de acuerdo con sus condiciones y requisitos. Como resultado, está parcialmente empotrado en el suelo y su tejado adopta la pendiente del terreno. La construcción racional se basa en un módulo de 6×6 metros. En cuanto a los materiales, se divide en una parte portante, de concreto, y otra no portante, de madera, horizontal y vertical. La tectónica del edificio se inspira en el arquitrabe y el entablamento antiguos. Pilares de concreto moldeado con adición de piedra caliza sostienen un tejado de madera formado por elementos apilados perpendicularmente. Cuanto más arriba, más sutiles se vuelven los elementos. El tejado tiene vegetación para fundirse con el paisaje en las vistas lejanas.

En una época en la que se construyen bodegas espectaculares, ésta apuesta por la naturalidad y la sencillez. Los visitantes disponen de una sala de degustación con vistas al castillo y al agua. Todo lo demás se destina a la producción y almacenamiento del vino.