El arquitecto define este proyecto como “Un basamento para autos, un nivel de oficinas y cuatro departamentos con optimistas terrazas mirando hacia el bosque de Chapultepec.”
El proyecto sabe entender su localización en una pequeña calle cercana a la intersección de dos importantes arterias viales de la Ciudad de México para forzar sus vistas al más importante pulmón verde de la ciudad, a partir de la superposición de las losas de concreto expuestas que componen cada uno de los niveles del edificio, y que poseen terrazas abiertas en todo su perímetro.
La expresividad formal y estructural del mismo evoca la simpleza estructural planteada por Le Corbusier en su prototipo experimental de la Casa Dominó de 1914, y hace de ese singular edificio una muestra relevante dentro de la arquitectura contemporánea residencial de la ciudad.