José Agustín: caminatas, fiestas y subversión
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¡Felices fiestas!
10 diciembre, 2021
por Christian Mendoza | Instagram: christianmendozaclumsy
Ya sea mediante el desmontaje físico de estructuras institucionales (la pieza “Desmantelamiento y reinstalación del escudo nacional”), con el rescate de las pintas que las campañas políticas dejan tras de sí en el paisaje de las periferias nacionales (el caso de “Restauración de una pintura mural”) o a través de la acumulación de tabiques que parasitan los muros prístinos de los espacios expositivos (la premisa de “Obra inconclusa”), la práctica del colectivo Tercerunquinto puede leerse como una reflexión crítica sobre ciertas unidades básicas de la arquitectura: el tabique, el concreto y la pared, objetos que activan lecturas sobre las promesas hechas por la modernidad y las subsecuentes desigualdades sociales y económicas. Aproximarse a la pared como una posible historia de la propaganda política, estableciendo un vínculo entre el muralismo y las pintas comisionadas por partidos, o al tabique como una evidencia de cómo algunos proyectos modernos fueron transformados en chatarra, son algunas de las pautas que definen el cuerpo de obra de Tercerunquinto.
Bajo estos mismos principios, el colectivo diseñó la exposición Obra gris. Sobre la forma y el color, instalada en el Colegio Civil Centro Cultural Universitario de la Universidad Autónoma de Nuevo León entre 2019 y 2020. El proceso de la muestra inició, a decir de Tercerunquinto, con “la recolección de bloques de hormigón de segunda mano por diferentes zonas de la ciudad de Monterrey, para posteriormente clasificarlos y ordenarlos por color” para “construir un conjunto de tres esculturas que apelaron a las formas y colores típicos de la abstracción geométrica del siglo XX”. Con esta acción, buscaron “establecer relaciones entre algunos contextos de las periferias urbanas y sociales con los espacios institucionales del arte como galerías, museos y centros de poder cultural, político y económico, intentando dilatar conceptos históricos centrales en la escultura y la arquitectura”. De manera posterior a la muestra, fue publicado un libro con el mismo nombre que, además de catalogar las piezas exhibidas, reúne tres ensayos que atienden no sólo a una exposición, sino que amplían las perspectivas sobre los aspectos sobre los que Tercerunquinto trabaja. ¿Cómo un tabique puede ser un signo o un síntoma de una economía que define a las periferias o que marca el transcurso histórico de la modernidad?
En “Los ejes de lo concreto”, el crítico Erick Vázquez señala que la primera incidencia del colectivo se da en la caminata. Aquellos tabiques que conformaron la exhibición por lo general se encuentran en los patios de personas que no pudieron completar su vivienda o que esperan completarla en algún futuro, por lo que Obra gris. Sobre la forma y el color implicó una negociación con los dueños del material para, posteriormente, presentar “la observación sobre la materialidad de un proyecto de modernidad devenido promesa sin cumplir”. Por su parte, Georgina Cebey, en un riguroso texto titulado “10x20x40 (Del paisaje contenido en un bloque de hormigón)”, comenta cómo el concreto significó modernidad para la Ciudad de México y otros enclaves urbanos del país, desde la desecación del lado sur del lago de Chapultepec hasta las obras públicas del porfiriato, las cuales anclaron al “cemento como material que haría posibles nuevas formas de arquitectura”. El final de este repaso se concentra en los bloques que forman las esculturas de Tercerunquinto:
En el caso del México contemporáneo, los bloques de hormigón que se recuperan de las obras incompletas y las demoliciones se terminan reciclando o acumulando para construir la periferia del futuro. Dichos bloques representan unidades de valor (pueden ser comprados, vendidos o intercambiados), pero también una forma palpable de esperanza: ante la falta de créditos hipotecarios y el abandono del Estado a los programas de vivienda social, acumular bloques en los patios traseros de las casas es una forma de ahorrar para una vivienda futura.
Finalmente, el curador Daniel Garza Usabiaga en su breve ensayo “If These Walls Could Speak”, establece que “el muro es una unidad de la construcción que, en términos de diseño, generalmente no apela al dominio de la representación”, para después comentar algunas estrategias de Tercerunquinto que lo utilizan como una herramienta crítica del canon teórico de la arquitectura contemporánea. Los tabiques que utiliza Tercerunquinto mantienen algunos rastros de pintura que
no tienen que ver en absoluto con la lógica cromática presente en el programa de la denominada “arquitectura emocional” de Goeritz, Barragán o Legorreta. Más bien, el color apunta hacia una realidad socioeconómica. La paleta presente en estas esculturas corresponde a las pinturas vinílicas para exteriores más baratas en el mercado y que, por lo mismo, son recurrentes tanto en ejemplos de autoconstrucción como de vivienda social.
Editado por la Universidad Autónoma de Nuevo León, Obra gris. Sobre la forma y el color no funciona tanto como un catálogo de exposición ni como una monografía del colectivo, sino como un título que enriquece la discusión sobre prácticas arquitectónicas y sobre la manera en la que se concibe el paisaje de las periferias.
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