24 mayo, 2012
por Arquine
por Fernanda Canales / @fernandacanale
Cuando Alejandro Hernández Gálvez y yo terminábamos el libro 100 x 100 Arquitectos del Siglo XX en México, dentro de las más de 800 imágenes de edificios que conforman la recopilación, había una que pensábamos estaba fuera de su sitio porque, en apariencia, no correspondía a la fecha que teníamos de ella. Estábamos por cerrar la edición y viendo aquel edificio con relación al resto de las obras de cien arquitectos seleccionados, y en función del orden cronológico, algo parecía estar mal.
La obra daba la impresión de ser de otro tiempo, y claramente brincaba el error que habíamos cometido al ubicarla junto a unas obras que parecían interesarse en otras cuestiones. Revisamos los datos en la oficina del autor y aún así no creíamos que la fecha y la foto pudieran coincidir. Acudimos directamente con el autor y verificamos publicaciones de la época. La obra parecía adelantada a su tiempo, o bien, mucho más vieja. Gozaba de esa condición atemporal que sólo unas pocas obras tienen. Entre más investigamos sobre Ernesto Gómez-Gallardo Argüelles (1917-2012), más nos sorprendía lo avanzado de sus conceptos, tanto en la arquitectura como en el diseño, la docencia y sus soluciones estructurales.
Meses después presentamos el libro y contamos con la presencia del autor quien se reía al escuchar que su edificio en Puente de Alvarado parecía ‘desacomodado’ dentro del libro. El 24 de enero de este año murió el arquitecto Gómez-Gallardo. Al poco tiempo nos informaron que el edificio también había desaparecido. Este edificio utilizado como estacionamiento fue concluido cuando Gómez-Gallardo tenía 73 años (1990) y reunía los conocimientos de más de 50 años de ejercicio profesional -tanto en arquitectura como en diseño de mobiliario- con la innovación de un espíritu joven que siempre le caracterizó.
Fotos: Selene Patlán