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Columnas

Ludwig Hilberseimer: Mexikanische Baukunst

Ludwig Hilberseimer: Mexikanische Baukunst

6 mayo, 2019
por Arquine

Ludwig Hilberseimer nació el 14 de septiembre de 1885 en Karlsruhe, donde se recibió como arquitecto en 1911. De ese año hasta 1938 vivió y trabajó en Berlín. En 1929 entró como profesor a la Bauhaus por invitación de Hannes Meyer, y siguió ahí como maestro hasta su cierre, en 1933, cuando Mies van der Rohe había sustituido a Meyer como director. En 1938 se exilió como Mies a Chicago, donde fue director del programa de urbanismo del IIT y donde murió el 6 de mayo de 1967.

En la introducción a la edición en inglés de su Grossstadtarchitektur —publicado en español como La arquitectura de la gran ciudad y en inglés, queriendo ser fieles al título alemán, con el neologismo Metropoils-architecture— Richard Anderson escribe que durante la Primera Guerra Hhilberseimer dirigió un instituto de investigaciones aeronáuticas en Berlín y en los años veinte, aunque construyó poco, escribió mucho en distintas revistas de arte, política y arquitectura. En tanto al urbanismo, empezaba a pensar en que al darle forma a la ciudad había que evitar la especulación, tanto mercantil y financiera como formal o artística —que no estaban desligadas. De ahí, en parte, su interés por el arte primitivo. “Lo primitivo, en su rigor geométrico elemental, es productivo, no reproductivo,” dice Anderson, y explica que esto llevó a Hilberseimer a interesarse, entre otras cosas, tanto por el trabajo de Cézanne como por la arquitectura prehispánica mesoamericana. En 1922 publicó en la revista Das Kunstblatt, editada entre 1917 y 1933 por Paul Westheim —quien emigró a México en 1942— titulado Arquitectura mexicana —Mexikanische Baukunst. Hilberseimer, que no conocía México, se basó en el libro y los dibujos del libro de William Henry Holmes Archeological studies among the ancient cities of Mexico, publicado en 1895.

 

Ludwig Hilberseimer, ciudad de altura mixta, 1930.

 

Panorama de Chichen Itzá, William Henry Holmes, 1895.

 

Reproducimos los primeros párrafos de aquél texto de Hilberseimer:

Arquitectura mexicana

La arquitectura es una expresión monumental de ideas metafísicas. En contraste con esta metafísica que da forma, el propósito material parece marginal. ¿Qué significan utilidad, propósito y construcción cuando se trata de las últimas cosas? Son sólo medios para realizar la idea pura. Crea símbolos visibles para los creyentes. En la América antigua, los pueblos de las culturas mexicanas y peruanas produjeron una arquitectura muy peculiar. Junto con la ornamentación y la escultura, se ha convertido en la unidad superior de la arquitectura. La más alta expresividad de un pueblo. La elevación de la idea religiosa a la arquitectura monumental como «obra de arte total sólo puede crecer en la unidad interior de una comunidad de trabajo, por su impersonalidad, su amor más puro por las obras, su espíritu cautivado y su comunidad. Toda la actividad artística del huevo está presionando para la máxima realización en la totalidad de la construcción, la imagen y las personas. Toda actividad artística individual urge a este máximo cumplimiento en la totalidad de la construcción, de la imagen y del pueblo.» (Karl With)

En virtud de sus formas y proporciones, el estilo de la arquitectura mesoamericana contrasta con la creación europea como algo totalmente independiente. Los pueblos de las culturas mexicana y peruana han encontrado su máxima expresión con su arquitectura. Logró su mayor perfección con los edificios de los mayas. Sus pirámides, terrazas y edificios escalonados, sus estructuras oblicuas recuerdan a los edificios del antiguo Oriente. A las creaciones de Egipto, Babilonia y Asiria. Tanto en su aspecto cúbico como en su construcción primitiva. Los antiguos americanos no conocían ni arcos ni bóvedas, se contentaban con la construcción más simple: la de capas. El espacio se cierra mediante capas superpuestas, como en los edificios de la Europa prehistórica. Los edificios de la India también se basan en este método de construcción primitivo. No el racionalismo sino la religiosidad instó al diseño y a la construcción de estos edificios.

Los mayas y los aztecas fueron las principales culturas de México. Como parte y junto de los aztecas había varias zonas culturales más pequeñas, entre los cuales los zapotecas y los totonacas eran las más significativas. Estas culturas fueron precedidas por los pre-aztecas. A su llegada, los españoles encontraron restos de una cultura ya perdida que una vez abarcó todo el alto valle de México. Su hallazgo principal se llamó cultura teotihuacana. Se desconoce qué pueblo habitó aquí. Es dudoso que fueran los legendarios toltecas.

 

 

 

 

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