21 septiembre, 2012
por Arquine
Los monumentos son la expresión de las más altas necesidades culturales del hombre. Tienen que satisfacer la eterna demanda del pueblo para traducir su fuerza colectiva en símbolos. Los monumentos más importantes son los que expresan el sentimiento y pensamiento colectivo de la fuerza del pueblo
Nine Points on Monumentality, J.L. Sert, F.Léger, S. Giedion
por Marina Muñoz | @MHaar_
Los últimos 100 años han sido testigos de la devaluación de la monumentalidad. Su existir en la actualidad ha dejado muy clara la abdicación de la conmemoración histórica por el derroche de gasto público y la poca intención de hacer ciudad y cultura. La monumentalidad no es una descripción de tamaño ni cantidad, o por lo menos, no debiera serlo. Actualmente, las condiciones mundiales no apoyan el antiguo concepto de monumento dedicado a la contemplación.
El miércoles pasado abrió sus puertas el Centro de Cultura Digital Estela de Luz. Después de la polémica, el espacio bajo la Estela de Luz busca reivindicar la habitabilidad del criticado monumento. El espacio bajo la estela, diseñado por at103 con iniciativa gubernamental, rompe con las barreras físicas y abstractas para abrirse a la ciudad y convertirse en algo más importante que un espacio de contemplación.
Las escalinatas en la plaza de acceso a la Estela, anteriormente olvidadas, toman un nuevo sentido de uso. Las proyecciones nocturnas y actividades al exterior son el primer indicio de la nueva vida del espacio. Al interior, un vestíbulo para exhibiciones diversas remata con un muro de leds que se convierte en un lienzo digital para artistas invitados. El negro de los cristales, junto con la opacidad del resto de los muros, juega con la iluminación natural. Uno de los proyectos exhibidos es Inside Out BE THE CHANGE, un intercambio de 250 fotos entre 16 países y 28 ciudades. La muestra, hasta el 21 de octubre, reúne 500 retratos de mexicanos en las pantallas y como proyecciones en la estela.
Al bajar las escaleras, el espacio demuestra su flexibilidad para las diversas actividades del centro; a la derecha, dos pequeñas habitaciones oscuras permiten exponer instalaciones audiovisuales, mientras que del lado opuesto se encuentra el acceso a la sala de cine con capacidad para 120 personas. El memorial es un espacio sensorial de exhibición y artes escénicas, generado alrededor de las columnas que soportan la estela. La particular conformación espacial y material del lugar permite distintas experiencias visuales y sonoras que suceden al interior. Así, la subestructura del edificio, se convierte en una paradoja sobre la monumentalidad politizada.
© Marina Muñoz
© InsideOut México