🎄📚Las compras realizadas a partir del 19 de diciembre serán enviadas a despues de la segunda semana de enero de 2025. 🎅📖
¡Felices fiestas!
16 marzo, 2021
por Sol Camacho
Lina Bo Bardi (1914-1992) recibirá in memoriam el León de Oro especial por su trayectoria de vida y obra en la próxima Muestra Internacional de Arquitectura de La Biennale di Venezia, el 22 de mayo de este año.
Como guardianes del legado de Lina Bo Bardi a través del Instituto Bardi, la institución que creó en 1990 junto con su esposo, periodista, crítico de arte y curador Pietro Maria Bardi, ahora con sede en su antigua casa, conocida como Casa de Vidro, en São Paulo, Brasil, el Consejo de Administración del Instituto Bardi se pronunció profundamente honrado por el reconocimiento.
A mi, dirigiendo la agenda cultural del Instituto desde 2017, esta ocasión me parece que genera una oportunidad para convocar a la institución a reflexionar sobre la vida y obra de Lina Bo Bardi, no con una mirada melancólica sino con un compromiso en relación con nuestros contextos sociales, políticos y económicos contemporáneos en Brasil. Creo que la plataforma mediática que este premio genera debe servir como un momento crucial para discutir, junto con la comunidad internacional, la relevancia del pensamiento y la práctica de Lina Bo Bardi, expresada y difundida de manera elocuente a través de los numerosos artículos que escribió, la gran cantidad de dibujos que produjo y, sobre todo, a través de los espacios que diseñó y construyó.
La fuerza del trabajo de Lina Bo Bardi habla por sí misma a través de sus edificios. Los usuarios, siendo el mejor testimonio de esto, lo han reconocido por décadas. Pero su valor como pensadora multidisciplinaria y mujer profesional solo ha recibido reconocimiento mundial en los últimos veinte años. Esto se debe en gran parte al esfuerzo del Instituto Bardi que, en sus diferentes etapas de gestión, ha organizado su archivo, permitiendo a los investigadores y curadores publicar y exhibir su trabajo a un público internacional.
La fenomenal vida y obra de Lina —como es llamada cariñosamente en Brasil— ha abordado durante mucho tiempo la pregunta central de la Muestra Internacional de Arquitectura de este año: ¿Cómo viviremos juntos? Lamentablemente, la pandemia global ha socavado el uso de los espacios públicos y de convivencia en lugares icónicos como el Museo de Arte de Sao Paulo y el centro de convivencia SESC, que diseñó en Brasil y que han estado al servicio de las comunidades y los ciudadanos durante años. En ese sentido, la recepción de este premio reafirma la responsabilidad que tiene el Instituto Bardi de transmitir al público la importancia del trabajo de toda la vida de Lina y Pietro M. Bardi, provocando un discurso significativo sobre el rol social del entorno construido.
Este otorgamiento póstumo de un León de Oro Especial, uno de los premios de arquitectura más importantes del planeta, promete fortalecer el legado de Lina Bo Bardi de una manera hermosa y significativa. No obstante, es fundamental que la figura de la arquitecta no quede eclipsada por su popularidad como icono arquitectónico. Más bien, se espera que la edición 2021 de La Biennale ayude a contextualizar y comunicar aún mejor la profundidad de la visión crítica del mundo de Lina Bo Bardi: siempre cuidando a los menos representados culturalmente, constantemente consciente de la importancia de la diversidad en el mundo del arte y la arquitectura y comprometida con un enfoque multidisciplinario en donde la arquitectura colabora con personas de todos los ámbitos de la vida.
Lina dijo una vez que “[…] en la práctica arquitectónica, no existe el pasado. Todo lo que todavía existe hoy, y no ha muerto, es el presente histórico.” El León de Oro Especial 2021 resuena con el impacto de las propias palabras de la arquitecta: la vida y la obra de Lina Bo Bardi no son del pasado, sino del presente. De hecho, hoy parecen más relevantes que nunca como marcadores del patrimonio arquitectónico y humano.
La concesión del León de Oro Especial a la Trayectoria en memoria a Lina Bo Bardi es un motivo de celebración no solo para el Instituto Bardi, sino también para el pueblo de Brasil, a quien ella admiró y celebró con tanto cariño a lo largo de su carrera, y también para la comunidad internacional de hombres y especialmente mujeres arquitectas, creativas, diseñadoras, críticas, curadoras, artistas, editoras.
Hashim Sarkis y su equipo atinaron al recomendar a la Junta Directiva de La Biennale di Venezia a una mujer generosa, con múltiples talentos, que a pesar de su admirable carrera nunca fue reconocida con un premio internacional en vida y que hoy sólo vale premiarla si se reconoce y se trabaja para disminuir las enormes diferencias de género que aún existen en nuestra profesión: en los premios, los puestos de liderazgo, los salarios y las condiciones de trabajo.
La primera mujer con obra construida en ser reconocida por La Biennale di Venezia, emigró de Italia a Brasil durante la segunda guerra mundial en 1946. Las condiciones adversas de su panorama en Europa fueron determinantes en su manera de diseñar y ver el mundo. Tal vez éste sea un buen ejemplo para sensibilizarnos ante la crisis sanitaria que hoy trágicamente vivimos y transformar tendencias de nuestra disciplina en relación al diseño de nuestros espacios colectivos, para responder de manera inclusiva al ¿Cómo viviremos juntos?