Espacio político: rave y cuerpo
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¡Felices fiestas!
2 marzo, 2022
por Carlos Lanuza | Twitter: carlos_lanuza_
Cuando era pequeño recuerdo acompañar a mi a madre a la modista. Entonces, la ropa que ella usaba se hacía con un método un poco más artesanal que ahora: ella misma compraba la tela, la llevaba donde la modista y le decía qué prenda de ropa quería. La moda era marcada por las revistas que compraba y que establecían tendencias. De esta manera se copiaban patrones y piezas que se diseñaban en Europa o Estados Unidos y se terminaban confeccionando en el taller de la señora que cosía, en Latinoamérica. Mi madre nunca vio un desfile de moda, la modista tampoco, pero gracias a estas revistas eran capaces de aproximarse a la ropa que se llevaba en otras partes. Cierto conocimiento se trasladaba a través del papel y la mirada para conseguir un objetivo más o menos parecido.
Hace algunos años, un profesor en la universidad nos contó que los arquitectos latinoamericanos del siglo pasado también aprendían a través de las revistas que llegaban de Europa. En ellas encontraban “inspiración”, copiaban la manera de hacer de otras geografías, en el mejor de los casos entendiendo las operaciones y adaptándolas al contexto. Viajar era mucho más complicado que ahora, con lo cual era muy difícil ver o comprobar de primera mano aquello que se había visto en las revistas. La imagen debía ser convertida en volumen, de alguna manera la revista adquiría cuerpo, y así también se consolidaba cierta tradición. La labor de la modista y la del arquitecto no se distanciaban mucho.
Una exposición y un catálogo
Quien escribe estas palabras reseñará a continuación un catálogo sobre una exposición que nunca visitó. Exposición y catálogo son dos caras de una misma moneda. La primera de carácter más efímero que la segunda, pero quizás de mayor importancia por el impacto que produce. La segunda más duradera y que probablemente no se entiende sin la primera.
La exposición se llevó a cabo del 6 de octubre de 2021 al 12 de enero de 2022, en la Fundación ICO (Madrid), sobre la carrera de Anne Lacaton y Jean-Phillipe Vassal y, al igual que el catálogo, estaba articulada a través de tres grandes conceptos: espacio libre, transformación y habiter. La Fundación ICO “contribuye y apoya el desarrollo de la sociedad a través de la promoción de la cultura y el conocimiento en sus diferentes áreas de actuación”, un objetivo bastante general para una institución cultural.
Llama la atención que el catálogo derivado de la exposición sea eso, un catálogo, una mera recopilación de proyectos más o menos explicados a través de los tres grandes ejes. Es una lástima que una institución que sirve para un público general habla solo el lenguaje de unos cuantos, el de la planimetría del dibujo arquitectónico, apenas acompañada de fotografías. Un lenguaje que no es accesible a todos y que deja de lado a una gran parte de un público al que va destinado. ¿Pero de qué manera podemos transmitir mejor estos conceptos, ya no prescindiendo de los planos, siempre necesarios, sino complementándolos con otros recursos? ¿Es posible que alguien ajeno a la disciplina sea capaz de entender lo que se expone en el catálogo de la misma manera que lo haría un arquitecto? ¿Para qué sirve este catálogo más allá de dar cuenta de una exposición?
Portada del catálogo lacaton&vassal: espacio libre, transformación, habiter. Fotografía: Puente Editores.
El aprendizaje de la arquitectura
Decía otro profesor que tuve en la universidad que el objetivo de cualquier libro de arquitectura, teórico o de proyecto, debería ser el de ayudar a proyectar mejor.
La primera parte del catálogo es una entrevista que Enrique Walker hace a los arquitectos. En ella la discusión se centra sobre todo en el proyecto del Palais de Tokio, en París. La visión de Anne y Jean-Phillipe se plasma de manera abierta y sincera, dejan ver sus inseguridades, su voluntad por querer hacer un trabajo cuidado, respetando y entendiendo las necesidades del encargo y la naturaleza de lo existente. Es una entrevista que ablanda la figura del arquitecto omnisciente y lo contrapone a la figura del que duda, que reflexiona sin pudor y que se atreve a salirse de los marcos preestablecidos.
Espacio libre es una recopilación de planos en los que se mancha la operación que da nombre al capítulo. En los proyectos se percibe la constante voluntad de los arquitectos por doblar siempre el espacio predestinado al proyecto original, es como un doble-espacio-en-potencia, un espacio fantasma que acompaña al primero pero que no se ve hasta que lo evidencian con una envoltura. Un poco como los proyectos de vivienda social de ELEMENTAL –Quinta Monroy, Villa Verde o Monterrey– , ese espacio mudo que adquiere vocabulario a través del tiempo, que se va llenando de vida y “ajustándose” a las necesidades de sus habitantes.
Catálogo lacaton&vassal: espacio libre, transformación, habiter. Fotografía: Puente Editores.
Transformación continúa siendo una recopilación de proyectos, esta vez con visualizaciones 3D o fotografías y una breve descripción. Los proyectos son de una finura y sensibilidad extraordinaria por el contexto, ya no solamente local sino global, y por la gente que los habita, algo sumamente necesario de enseñar en cualquier escuela de arquitectura. Más allá de las soluciones técnicas o espaciales, estas ansias por entender realmente lo que necesita cada proyecto es siempre destacable.
El último capítulo, Habiter, termina de definir estos conceptos proyectuales –todos muy interrelacionados y solapados. Esta parte es un compendio de fotogramas que dan cuenta de la vida de la gente en sus proyectos. Como idea es una manera sutil de querer otorgar más aristas para percibir la realidad del proyecto –que pasa de la planimetría del primer capítulo al volumen del segundo, y del volumen al tiempo recorrido en el tercero– pero que queda en un esfuerzo difícil de explicar.
La obra de Lacaton&Vassal es desde hace muchos años una referencia que ha ido emergiendo poco a poco pero con mucha fuerza. Es quizás, esta exposición y catálogo, una oportunidad para repensar la manera de ir más allá de la imagen de moda para profundizar en el proyecto enraizado y profundo de la buena arquitectura que en esta ocasión parece no haberse logrado. Es una oportunidad para encontrar estrategias en las que la sensibilidad sobre el proyecto pueda plasmarse en papel para que, como las revistas que llevaba mi madre a la modista, sirvan de vehículo para proyectar lugares que vayan más allá del tiempo y del espacio de una exposición temporal.
Catálogo lacaton&vassal: espacio libre, transformación, habiter. Fotografía: Puente Editores.
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