Fernando Romero EnterprisE acaba de presentar el proyecto para un nuevo museo en la ciudad de Mazatlán. “Como caído del cielo” sería la mejor descripción para esta forma escultórica que recuerda un OVNI de película de los cincuenta o a la serpiente que devoró al elefante en El Principito puesta a girar sobre su propio eje, aunque su autor lo presenta como “una perla al interior de una ostra.”

La comparación con un sombrero de playa quizá reduce la crítica a una caricatura, pero funciona en el mismo nivel de la metáfora visual gratuita que pretende justificar la forma. Con calma y profundidad, habrá que reflexionar, entre otras cosas, sobre estos gestos vacíos que, como afirmó Peter Buchanan en la Architectural Review, parecen el canto del cisne de un modernismo demasiado centrado en la forma y propenso a generar una arquitectura de objetos aislados que sólo reflejan la idiosincracia de sus autores (AHG)