Una idea es un universo en sí misma. Es conocimiento, entendimiento, intención, juicio e imagen contenida en el espacio de la mente, un boceto es la manera más inmediata de plasmar esta a una dimensión física imperecedera, es una representación de aquello que la mente almacena. La manera como el arquitecto americano Louis Kahn compone los elementos dentro de su afamado boceto “The Room” es uno de los referentes que a Ricardo Carvalho y Joana Vilhena les interesa a la hora de ocupar el pequeño gran espacio de LIGA, tanto el boceto como la muestra que ha desarrollado este joven despacho de Lisboa, son traducciones genuinas de la idea de espacio que aunque distantes en el tiempo, nos permiten colocarlas una al lado de la otra, para imaginarnos la experiencia íntima que ocupar estos dieciséis metros cuadrados implica.

Una habitación es también acción y efecto de habitar, es el espacio destinado a trabajar, hacer, dormir, comer, almacenar, es en general el espacio para vivir, el lugar de la mente, el universo contenedor de ideas y acciones, es la dimensión y la condición no sólo de espacio delimitado sino también de pequeño y único, aquel que nos permite construir la experiencia individual y colectiva según corresponda. En la arquitectura, la habitación es un referente sobre la dimensión de las cosas. Comenzar a dibujar una puerta, una ventana, sus límites, es lo que confiere al arquitecto la precisión de quien con destreza y maestría posee un oficio riguroso.

Ese espacio central y único en el que parece confinarnos el boceto de Kahn, ese universo que contiene muchas cosas, simula un compartimiento de la mente, el lugar donde habitan las ideas, es en este caso la habitación un recinto vacío que será llenado con presencias y ausencias, actividades y objetos en constante cambio. Un universo en si mismo. Es así como RCJV traducen su trabajo a este cuarto para la ciudad de México, al construir un interior exento de los límites exteriores, aislado e intimo donde almacenar la gran pieza de ésta edición de LIGA: un libro, de edición única y limitada, que construye un modo propio de acercamiento a su trabajo y a sus intereses. Una publicación que esboza una narrativa personal a la hora de leer y configurar las diferentes escenas de su trabajo. Un pequeño gran espacio que traduce relatos propios para quien decide sentarse en la intimidad de esta habitación a recorrer las páginas de esta pieza.

Si partimos de que la arquitectura comienza con la realización de una habitación, se deja en evidencia la materia prima que configura nuestra disciplina: “el cuarto” como el lugar de la intimidad, que, tal como señaló Ricardo Carvalho en #LaHoraArquine, te da la oportunidad de dar una verdad a las cosas, de equivocarse, de construir experiencias; donde interior y exterior se vinculan, por encima de la relación directa, y pueden surgir espacios tácitos que pretendan buscar las infinitas respuestas a una pregunta.

“Un cuarto para la ciudad de México” como espacio de intimidad que invita a reencontrar la ambición espacial desde la intimidad.