José Agustín: caminatas, fiestas y subversión
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¡Felices fiestas!
10 agosto, 2016
por Christian Mendoza | Instagram: christianmendozaclumsy
La Comedia Humana, colectivo escénico que busca mantener pliegues sociales, es un proyecto de largo aliento que busca, a partir de instalaciones efímeras, generar eventos que signifiquen. El principal escenario en su práctica, además, es la ciudad. La Comedia Humana ha ocupado el Campus Central de Ciudad Universitaria, el Campamento 2 de Octubre, y recrearon la vecindad que antes ocupaba los jardines del Museo de la Ciudad. Conversamos con Rubén Ortiz, su director artístico, sobre algunos de los fundamentos de La Comedia Humana.
Christian Mendoza (CM): ¿Podríamos decir que la labor de este colectivo teatral se basa en la instalación efímera? ¿Cuáles son las nociones escenográficas de La Comedia Humana?
Rubén Ortiz (RO): En realidad, las instalaciones son sólo una manera de organizar lo que más nos interesa: generar dispositivos de convivencia. Estos son importantes porque, en primer lugar, reúnen información documental y testimonial sobre la población en la que estamos trabajando. Se trata de utilizar recursos que llamaremos museográficos o de potencia de exposición que dan cuenta de la memoria del lugar. Se trata tanto de documentos como de objetos que se obtienen en la investigación de archivo y en el trabajo de campo, de la mano misma de las personas. En segundo lugar, estos dispositivos tienen un lado propiamente escénico: se trata de que sean, a la vez, espacios de enunciación para las propias personas, pero también espacios de encuentro entre ellas.
En este sentido, podríamos decir que la potencia de exposición ofrece una motivación (en términos actorales) para la acción y un marco (escenográfico) para la práctica agonista (el encuentro entre pro y antagonista que conforma el conflicto).
CH: La Comedia Humana, a partir de dispositivos escénicos “desarmables”, toma algunos espacios de la ciudad para generar interacciones sociales. ¿Piensas que exista una relación entre estas instalaciones y las posibles interacciones sociales?
RO: Es importante aquí una noción. Nos interesa pensar en cómo hacer de un espacio público (finalmente normalizado) un espacio común. Nuestras instalaciones intentan perturbar y llamar a la reorganización del lugar. Explorar en él las potencias de lo común, donde lo más inmediato es la memoria. La memoria misma como algo que tiene un exceso inapropiable y, por lo tanto, común.
Los cómos de nuestras instalaciones intentan tener todo que ver (en forma, en contenidos) con la reorganización del lugar, de su singularidad. Nos interesa tanto el reconocimiento como la reapropiación.
Una constante en nuestro trabajo, por ejemplo, ha sido el rescate de las historias acerca de los logros de la organización y su posibles reactivaciones en el presente.
CH: El teatro expandido, ¿de qué manera piensa en los entornos urbanos?
RO: Hay un procedimiento de lo expandido que tiene que ver con la irrupción de lo Real. Si bien esto puede ser leído en muchos niveles, uno de ellos tiene que ver con la porosidad o el derrumbe de las paredes de la caja negra. En este sentido, mucha realidad (lo Real del teatro cerrado) se ha introducido a los recintos teatrales, pero también los procedimentos teatrales han invadido la realidad. Todo esto en un entorno urbano, pues el teatro es un arte de la polis.
Pero, algo más: ¿qué pasa cuando el teatro sale del recinto? Los quehaceres se desplazan. Quién es el actor: la persona en tanto vecino, panadero, arquitecta. Cuál es el texto: la historia del lugar, la narrativa de una vida. Cuál es el espacio: el barrio en tanto singular pero también en cuanto comparte semejanzas con otros; la escuela en tanto proyecto nacional que modela subjetividades; el llano en el que a través del futbol la gente se organiza, convive y hace intercambios no monetarios.
Para Stavros Sravrides, la teatralidad en tanto pasaje de alteridades, puede generar umbrales en el devenir urbano. Umbrales como posibilidades de reconocimiento, de encuentro y reorganización de lo que hacemos aparecer en la ciudad.
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