La ciudad es la memoria colectiva del hombre y el barrio la crónica de sus habitantes. En las fachadas de la ciudad, histórica y contemporánea, se sintetiza el modo de habitar; los personajes y sus escenarios que se dan a conocer para configurar las características morfológicas de su personalidad. Una lectura de la ciudad desde sus texturas es una especulación en torno al espacio construido, pero sobre todo, habitado. Facecity, proyecto de Fulvio Irace con fotografías de Pino Musi presentado en el Pabellón Central de la 13 Exposición Internacional de la Bienal de Venecia curada por David Chipperfield, es un estudio de fachadas desde su cotidianidad: “en la fachada de los edificios no sólo está escrita la fecha de su nacimiento, sino los estados de ánimo, las costumbres, la mayoría de los pensamientos secretos de cada tiempo y la ‘cortina de vidrio’, teorizada por Gio Ponti, como la manera de dar forma a la modernidad”, escribió Alberto Savinio en Ascolto il tuo cuore città (1945).

El proyecto retrata Milán durante los cincuenta y sesenta a partir de una serie de larguillos de 15 metros como grandes muros texturizados por las fachadas de 21 edificios milaneses. Dibujos de Gio Ponti, Magistretti, Asnago y Vender acompañan la investigación, reunida en una publicación, que además extiende su formato documental con una serie de videos con entrevistas a Carlo Cappai, Vincenzo Latina, Renzo Piano, Maria Alessandra Segantini y Attilio Stocchi. En ese sentido, la ciudad y la escritura de sus perfiles mantienen un vínculo perdurable y necesario. La ciudad no tiene una sola temática en su escritura, como las fachadas de sus edificios, como un espacio donde se crean narraciones y donde se imagina el porvenir, la ciudad se desarrolla al ritmo de las formas de apropiación de sus habitantes.