Construir es una acción colectiva
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12 octubre, 2016
por Selene Patlán | Twitter: selenepatlan | Instagram: selenepatlan
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“La arquitectura se camina, se recorre y no es de manera alguna,
como ciertas enseñanzas, esa ilusión totalmente gráfica organizada
alrededor de un punto central abstracto que pretende ser hombre”.
–Le Corbusier
Al igual que Le Corbusier dejó esta frase en su libro Mensaje a los estudiantes de arquitectura, Teodoro González de León legó en su última obra, Cubo transitable de 6 metros, la representación gráfica de esa misma enseñanza: un cubo de seis metros de lado realizado en madera y acero que tiene la única intención de ser caminado y recorrido. Diseñado en su totalidad por Teodoro González de León —desde la elección de la madera para poder ver los nudos hasta los tornillos que se utilizan—, la pieza es un juego de seis triángulos egipcios que se unen mediante doce tubos de acero apoyados en la hipotenusa y que conforman un paraboloide hiperbólico, el cual otorga la sensación de un túnel que se abre y se cierra durante el recorrido del público. El pasillo central de la pieza se integra con las escalinatas del Museo Tamayo y logra la conjunción y el diálogo entre sus dos obras.
La pieza le fue encargada al arquitecto mexicano como parte de las celebraciones del homenaje a su trayectoria al cumplir sus 90 años el pasado mayo y, aunque no pudo verla construida, da gala del reto que supone unir entre sí y lograr la estabilidad de unas armaduras en posición angulada.
Teodoro González de León solía decir que toda obra arquitectónica es una escultura, una estructura habitable, transitable, laborable, social y visitable. En este proyecto, tal vez, la diferencia entre estructura o escultura sea lo menos relevante sino la intención clara y contundente de crear una obra arquitectónica. Como legado, Teodoro nos deja, sin duda, mucho más que el concreto martelinado, los grandes patios y parteluces o el buen manejo de los pórticos; sus construcciones se han quedado marcadas en la ciudad como rastro de los aprendizajes y las enseñanzas que cambiaron la arquitectura moderna mexicana.
La obra estará expuesta hasta el 30 de octubre en el museo Tamayo y se planea que después tenga itinerancia por el país para finalizar se colocará en un lugar fijo para dejar testimonio de este arquitecto y su trayectoria.
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