Este proyecto de casa de fin de semana se crea por la unión de dos volúmenes que conforman una “ele” articulada por una terraza cubierta. El proyecto busca entretejerse con la vegetación del terreno y explora la tipología de casa patio, por ello su programa combina, en su volumen más largo, patios que permiten conservar los árboles del sitio y a su vez logra que éstos permeen con la intención de que la vegetación se apodere de los patios, haciendo una casa en el patio y no patios en la casa.
La distribución de esta casa de fin de semana permite tanto a los invitados como a los propietarios habitar los espacios con total independencia, con una terraza que funciona como elemento mediador y para la convivencia.
Un pasillo perimetral interno conecta las distintas habitaciones, fiel a la deambulación de un claustro. El proyecto plantea la apertura en todo momento hacia el jardín, la vegetación y los arboles de gran altura, la característica puerta-ventana presente en todos los espacios de la casa enmarcan, desde el interior de los volúmenes, las vistas hacia el lago de Valle de Bravo.
Los patios intencionalmente inconclusos en las esquinas de la vivienda, desprovistos de techo que evocan ruinas. La terraza cubierta se convierte en el gesticulador principal para la interacción entre los propietarios y los invitados, siendo esta la zona más pública de la casa, es el remate visual desde el acceso, invitando a los usuarios desde su llegada, al descanso.