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Juego | Gabriel Visconti Stopello. AGA estudio

Juego | Gabriel Visconti Stopello. AGA estudio

1 septiembre, 2020
por Arquine

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Debemos iniciar hablando de espacio, y necesariamente tenemos que hacerlo combatiendo el reduccionismo y las simplificaciones que han dominado a este concepto; convertido, por un lado, en un asunto geométrico, matemático, lógico; y por el otro, presentándolo como un recipiente vacío e inerte, un envoltorio neutral, aséptico, que posteriormente puede llegar a ser ocupado por cuerpos y objetos. Toda vez rescatado del dominio de las abstracciones, podemos devolverlo al campo/estudio de la realidad social, hacerlo social; ya que es resultado de la acción humana, de las prácticas, de las dinámicas, las experiencias sociales al tiempo que es parte de ellas. Es soporte, pero también es el campo de acción. No hay relaciones sociales sin espacio, de igual modo que no hay espacio sin relaciones sociales (1). Cada sociedad produce su espacio, lo genera. Cada sociedad se apropia de su espacio, lo usa. Esto no sólo reivindica la acción social, sino que habilita al ciudadano en el espacio, sus representaciones, dinámicas y transformaciones.

Zonas autónomas, temporales y permanentes

Nos interesan las dinámicas, emergentes y estables, que a través de estructuras sociales organizadas se liberan de la normatividad regulatoria impuesta por el control social (2) para explorar y experimentar el mundo en el que desean vivir. Grupos sociales protagonistas de la apropiación y puesta en uso de espacios que, a priori, no tenían una intención prevista o eran considerados no regulares, donde proponen alternativas para su activación. Estas zonas siempre han existido. Territorios de creatividad colectiva y enclaves de autonomía. Una oportunidad de autogestión para el verdadero empoderamiento que posibilita nuevos horizontes para la transformación urbana a través de la acción directa y prácticas de re-creación.

Tácticas de la vida cotidiana

Frente a la lógica alienante, tomamos medidas para cambiar nuestras circunstancias sin entregar el poder; porque habitar es apropiarse del espacio y vivir los valores del ensayo, las ideas y experimentar la potencia creadora (y subversiva) de la cotidianidad. El teórico táctico John Boyd (3) esquematizó el siguiente proceso: observa tu entorno, oriéntate sobre los desarrollos más importantes de él, decide sobre un curso de acción inmediato, toma esa acción, luego vuelve inmediatamente a observar el entorno para ver cómo tu última acción podría haberlo cambiado (un ciclo de adaptación perpetua). No hay presunción de cómo resultarán las cosas, ya que no es asunto de estrategia. Por el contrario, hay disponibilidad para aprovechar los cambios y adaptarse. Esto se llama agilidad táctica y son acciones directas en estado constante de reevaluación y corrección, basadas en las observaciones de lo real.

La arquitectura ni basta ni se basta

Quienes participamos en acciones directas en el espacio develamos lo que ya está vivo. Al comprender esto, se puede desarrollar una estrategia que identifique los mejores lugares para intervenir y tener el mayor impacto, en función de interrumpir efectivamente el funcionamiento de un sistema y abrir el camino al fortalecimiento o al cambio de éste, conectando las acciones con supuestos subyacentes (legitimidad, empoderamiento social, por mencionar algunos) pero, sobre todo, tomando medidas directas en los puntos físicos de los sistemas que dan forma a nuestras vidas. En Derecho a la ciudad, Lefebvre (4) se pregunta: ¿cuáles son, cuáles serán los lugares con éxito social; cómo detectarlos, con qué criterios; qué tiempos, qué ritmos de vida cotidiana se inscriben, escriben, prescriben en estos espacios “con éxito”; es decir, favorables a la felicidad? Responder a necesidades e intereses concretos debe posibilitar oportunidades de apropiación que superen la agenda programática reglada, transitando la tensión oculta que ya está viva y conectado con las prácticas de acción directa en el espacio, porque lo posible se encuentra ahí. Esto es lo que interesa.

 


 

  1. H. Lefebvre, La producción del espacio, Capitán Swing, Madrid, 2013, p. 221.
  2. Hakim Bey desarrolló la noción de las zonas autónomas, temporales y permanentes a partir del ensayo TAZ: The Temporary Autonomous Zone, Ontological Anarchism, Poetic Terrorism (1991).
  3. Boyd desarrolló la táctica Bucle OODA (Observación, Orientación, Decisión y Acción).
  4. H. Lefebvre, Derecho a la ciudad, Península, Barcelona, 1978, p. 129.