por Fernando Resendiz

Inmerso entre majestuosas montañas y el desierto de Indio, California, The Coachella Valley Music and Arts Annual Festival es un evento que cada año reúne más de 300 mil personas para escuchar música. Más allá de los acordes musicales, el festival voltea a un lado artístico con una serie de intervenciones del espacio en continua comunión con la naturaleza. Las esculturas están fabricadas con materiales reciclados como un proyecto de sustentabilidad creativa. Con esta premisa, un papalote hecho con globos formando como una escultura flotante en catenaria -Balloon Chain-; estructuras en bambú como espinas que emergen una de otra; prismas superpuestos en forma piramidal; pináculos ondulantes; arcos fluorescentes; instalaciones hechas con botes de basura; cubos iluminados entre lásers y hielo seco; y tubos inflados para generar ‘raíces’ que surgen del piso. Se trata de un complejo de instalaciones y reciclajes efímeros que coexisten entre un contexto endémico, tanto geográfico como sensorial.