Teodoro en el trópico
En el trópico el concreto envejece de manera diferente: los bordes y aristas adquieren un tono verde, que después oscurece [...]
19 noviembre, 2014
por Hans Kabsch Vela | Twitter: hanskabsch
El concepto del proyecto efímero Instalación 43 está inspirado en una anécdota de 1951 que Alejandro Zohn y Enrique Nafarrete —en ese entonces estudiantes de arquitectura en Guadalajara— recordaban acerca de Mathias Goeritz:
En el primer baile de arquitectura, Mathías dice: aquí hace falta una escultura. Tráiganme sillas —y empezó a armar y encimar sillas, las sillas que eran para el baile. En la terraza de aquel casino francés, armó inmediatamente una gran sillería como escultura. Todo mundo que entraba quedaba perplejo y se preguntaban sobre el significado y el origen de esa escultura.” (1)
La anécdota deviene en ejercicio deconstructivo, que consiste en disociar el principio de metafísica planteado por Heidegger como el pensamiento del ser como simple presencia, presencia materializada en un mueble: un pupitre escolar -utilizado en manifestaciones públicas como representación dual: presencia/ausencia- cuerpo e intelecto colectivizado, en el contexto del reciente caso de la desaparición forzada de cuarenta y tres estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa, Guerrero.
Instalación 43, comienza por mostrar una estructura u orden establecido, manifestado en un conjunto de cuarenta y tres pupitres alineados en orden, formando un rectángulo. A partir de este orden, comienza un proceso gradual inducido de disociación que consiste en ir desajustando el orden cartesiano, acumulando gradualmente los pupitres al centro del conjunto, creando una estructura con base en armar una acumulación final con todos los cuarenta y tres pupitres a manera de torre donde el orden inicial desaparece y se crea uno nuevo, una deconstrucción, a la manera de Derrida, ambigua, con significados y lecturas múltiples como pueden ser: el avance de la toma de conciencia, la resistencia ante la represión del Estado, o el proceso de degradación social del país a través de los últimos veinte años, o bien el proceso de transformación viral de una idea a través de las redes sociales, solo por mencionar algunas.
El ejercicio se realizó en una hora, tiempo en que transcurrió la acción de montar, desmontar y desaparecer los cuarenta y tres pupitres dentro de un espacio despejado. El evento quedó registrado en fotografía y video, con la participación de alumnos de la carrera de Arquitectura de la Universidad del Tacaná en Tapachula Chiapas.
Al final ¿cómo se deconstruye? No hay un método preciso, los deconstructores pueden inducir a un acto reflexivo, aprovechando una andadura o experiencia precedente ya que la deconstrucción es siempre una crítica experimental. (2)
Colaboradores: Monsserrat Villatoro Fuentes, Dulcina Perez Perez, Andrés López Ramirez, Didier Fuentes Ruiz,José Coutiño García, Yeni Muñoz Vazquez, Abraham Vargas Mendez, Manuel Durán Torres, Aura Chavez Ambrocio, Jaqueline Rodriguez Bámaca, Jaqueline Monzón Ordoñez, Zuri Hernández Banda, Abril Salazar Vazquez, Nadia Gómez Cervantes, Audelino Hernández Espinoza, Kevin Roblero Velazquez, Eduardo Gonzalez Rosales, Mario Gonzalez Perez, Fernanda Guanón Ortiz, José Mendoza Gómez, José Aguilar Monterrosa, Joaquín López Alegría, Edwin García Islas.
Fotografía: Hans Kabsch Vela, Josías Galvez Santizo
Noviembre 2014
(1) – Fernando González Gortazar. Alejandro Zohn y Enrique Nafarrete hablan de Mathias Goeritz en: Mathias Goeritz en Guadalajara. Op. Cit. P. 140.
(2) – Manuel Asensi Pérez ¿Qué es la deconstrucción de Jacques Derrida? https://upcommons.upc.edu/revistes/bitstream/2099/10546/1/VISIONS3%2011%20teoria%20manuel_asensi2.pdf
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