Carme Pinós. Escenarios para la vida
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7 marzo, 2013
por Pedro Hernández Martínez | Twitter: laperiferia | Instagram: laperiferia
Hace unos meses se presentó en la ciudad catalana de Vic una exposición llamada “Esto no es un museo, artefactos móviles al acecho” que reflexionaba y exponía el hecho que tanto desde expresiones ciudadanas como desde grandes instituciones estaba surgiendo una manera de reinventar el espacio expositivo. Ambas situaciones, pese al distinto origen que presentan, presentaban un punto en común: habilitar pequeños lugares efímeros o móviles que propiciaran nuevos espacios de debate. La dinámica es sencilla: llegar a un sitio, habilitarlo con pequeños recursos, reunirse y debatir. Lugares de encuentro para tomar aire, alejados de los grandes centros culturales, puestos al tiempo como crítica en su papel futuro.
La postura es clara, frente a la idea de contenedor al que llevar a la gente a través de grandes o pequeñas exposiciones, se busca invertir el proceso llevando el contenido a las personas a la que les podría interesar; desde una posición sencilla, fuera de grandes artificios, sino más bien de una manera contenida, más sencilla y barata. Al tiempo, estas estrategias posibilitan a las instituciones adquirir otro lenguaje, menos serio, institucional y rígido. Más directo si se prefiere.
La exposición, que ya ha viajado a varios lugares del mundo y que acudirá próximamente a la ciudad de México, bien podría recoger el caso del BMW Guggenheim Lab. La fundación Guggenheim es quizás el mayor estandarte de la arquitectura icono y responsable de que muchas ciudades del mundo se lanzasen a la búsqueda de su propio “efecto Bilbao”, debido al mal entendimiento de que la rehabilitación de la capital vizcaína era más un resultado de un edificio y no de un largo proceso de regeneración urbana. Se lanza por el contrario ahora con un pabellón de reducidas dimensiones, de geometría sencilla y extremadamente liviano, proyectado por los arquitectos Atelier Bow-Wow –conferencistas del Congreso Arquine No.14– y que sirve de sede móvil en distintas partes del mundo.
Nueva York (Caja de herramientas ambulante) y Berlín, ciudades con una elevada vida urbana, fueron las primeras en acoger este proyecto-acontecimiento temporal, dando paso posteriormente a la ciudad india de Mumbai, donde la informalidad y la espontaneidad son condiciones diarias y cotidianas. Según la propia fundación el “laboratorio se ocupa de cuestiones de la vida urbana contemporánea a través de programas y en el discurso público. Su objetivo es la exploración de nuevas ideas, la experimentación, y en última instancia, la creación una visión de futuro para la ciudad”.
Pese a que el proyecto se podría caracterizar por su posible deslocalización, al tratarse de un laboratorio móvil, generando una misma solución que puede ser implantada en diversos lugares, la solución adoptada para Mumbai hace del contexto un elemento más de proyecto. Así, si bien la forma original –un prisma ortogonal, liviano y flotante sostenido por unos pocos pilares– se mantiene, se modifica ahora por la mirada de la técnica local. La chapa metálica perforada se sustituye por el textil, el acero por el bambú y la tornillería por uniones anudadas. Una forma no sólo de construir un lugar para el encuentro, sino haciéndolo desde el propio lugar. Los arquitectos son consecuentes con esa búsqueda de lo cotidiano (Construir desde lo cotidiano) característica de su obra, de producir los espacios para el día a día, generando una estructura sencilla adaptada al lugar al que ningún momento trata de imponerse.
La propuesta se completa con un programa de actividades desarrollado por un equipo multidisciplinar encabezado por el artista mexicano Héctor Zamora, con lo que se absorbe la propia incertidumbre y espontaneidad en la propuesta al permitir que los participantes puedan adquirir cierto control y participación sobre las actividades. Un espacio permeable con el lugar que busca “enfatizar ciertos aspectos de la vida cotidiana de Mumbai y modificar ligeramente su espacio urbano”, “dando la bienvenida a los espectadores a participar en los actos festivos” y fomentando “entornos en los que ni siquiera los organizadores tienen control total. Estas Mobile Lab Units nos muestran que, esporádicamente, podemos aferrarnos a un grado de claridad en medio de las exigencias de la vida cotidiana”. Una sombra adaptada al lugar, y que hace lugar al desarrollar el espacio de lo común.
*El Congreso Arquine No.14 pregunta ¿de qué hablamos cuando hablamos de espacio? para explorar las distintas acepciones de su significado, aristas multidisciplinares para redimir el valor de cada una de éstas y así develar las Especies de espacios.
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