En una arteria que conecta el centro de la ciudad con sus suburbios, donde cada día se derriban casas antiguas para dejar sitio a urbanizaciones más grandes, concebir una nueva residencia es una tarea delicada. A un orden racional, que sigue la lógica de los planos, se superpone un conjunto de elementos aparentemente desmesurados: ventanas en hilera, frontones de mármol erráticos, desagües aparentemente arbitrarios y discos de mármol rosa que desequilibran la composición. La casa es un ejercicio de singularidad tanto como de banalidad.
marzo 2023