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¡Felices fiestas!
28 julio, 2013
por Arquine
“La obra sin sentido es potencialmente la acción-experiencia-artística más abstracta, concreta, individual, tonta, indeterminada, exactamente determinada, variada, que uno pueda emprender hoy”. El texto es de Walter de Maria, artista nacido en 1935 en Albany, California, y que murió —según cuenta el NYT— el pasado 25 de julio a los 77 años, cuando visitaba a su madre para celebrar los 100 años de esta. Meaningless work: se puede traducir como trabajo sin importancia, sin ningún propósito, o también como obra sin sentido: “construiré dos cajas pequeñas. Pondré pequeñas cosas en las cajas. Un letrero explicará las cajas a cualquiera que se acerque. Dice “cajas sin sentido.” Echa todas las cosas en una caja a la otra. De ida y vuelta, y de regreso. Hazlo tanto tiempo como quieras. ¿Qué sientes? ¿A ti mismo? ¿A la caja? ¿Las cosas? Recuerda que esto no significa nada”. La ironía y el elogio de la insignificancia y el despropósito sirvieron para que parte del trabajo de de María se calificara de Dadaista, aunque su trabajo incluye ejemplos de land art, como el famoso Lightning field, de 1977.
Aquí el texto completo que de María publicó en 1960 y que hoy, ante tanta obra insignificante, en arte y arquitectura, sigue sirviendo como una defensa de lo que, sin sentido ni propósito, importa:
“El trabajo sin propósito/la obra sin sentido es obviamente la más importante y significativa forma de arte en la actualidad. El sentimiento estético que nos da una obra (work) sin sentido no puede describirse exactamente porque varía en cada individuo que haga el trabajo (work). La obra sin sentido es honesta. La obra sin sentido será disfrutada y odiada por los intelectuales —aunque deban entenderla. La obra sin sentido no puede venderse en galerías de arte o ganar premios en museos —aunque registros pasados de moda de obras sin sentido (la mayoría pinturas) participan de estas indignidades. Como el trabajo ordinario, el trabajo sin propósito puede hacerte sudar si lo haces por el tiempo suficiente. Por trabajo sin propósito simplemente quiero decir trabajo con el que no haces dinero o cumples algún propósito convencional. Por ejemplo, poner bloques de madera de una caja en otra y luego regresarlos a la caja original, de ida y vuelta, etc., es un buen ejemplo de un trabajo sin propósito. O cavar un hoyo y luego cubrirlo. Archivar cartas en un archivero puede ser trabajo sin propósito, sólo si no eres una secretaria y si dispersas las cartas en el suelo periódicamente para no sentir que lograste algo. Cavar en el jardín no es trabajo sin sentido. Levantar pesas, aunque sea monótono, no es trabajo sin sentido en el sentido estético pues te otorga músculos y lo sabes. Se debe tener cuidado de que el trabajo escogido no sea demasiado agradable, no vaya a convertirse el placer en el propósito del trabajo. Por eso el sexo, aunque rítmico, no puede ser llamado estrictamente sin propósito –aunque estoy seguro que muchos lo consideran así.
La obra sin sentido es potencialmente la acción-experiencia-artística más abstracta, concreta, individual, tonta, indeterminada, exactamente determinada, variada, que uno pueda emprender hoy. Este concepto no es una broma. Intenten algo de trabajo sin propósito en la privacidad de su habitación. De hecho, para que se entienda completamente, el trabajo sin sentido debe realizarse a solas o será una forma de entretenimiento para los otros y la reacción o falta de reacción del amante del arte ante la obra sin sentido no podrá sentirse honestamente.
La obra sin sentido puede tener todas las cualidades de las viejas formas de arte, como una pintura o un texto. Puede hacer que unos sienta y piense sobre uno mismo, el mundo exterior, la moralidad, la realidad, el inconsciente, la naturaleza, el tiempo, la filosofía, nada de eso, la política, etc., sin las limitaciones de lasa viejas formas de arte.
La obra sin sentido es de naturaleza individual y puede hacerse de cualquier manera y con la duración que sea —desde un segundo hasta los límites de la fatiga. Puede hacerse rápido o lentamente o ambas. Rítmicamente o no. Puede hacerse en cualquier parte y con cualquier clima. La ropa, de usarse, es decisión individual. Si la obra sin sentido, en tanto forma de arte, carece de sentido, en el sentido ordinario del término, es, por supuesto, responsabilidad individual. La obra sin sentido es la nueva manera de saber quién es cuadrado.
A darle.
Pónganse a trabajar”.