Gobierno situado: habitar
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13 noviembre, 2015
por Alejandro Hernández Gálvez | Twitter: otrootroblog | Instagram: otrootroblog
En la página 26 de la edición del domingo 13 de noviembre de 1927 del New York Times se lee la nota a siete columnas: Impresionantes ceremonias en dos estados marcan a apertura del Túnel Holland. La nota viene de la primera plana, donde sólo ocupó una columna: Gran multitud pasea por los tubos Holland tras la gala de inauguración:
El Túnel Vehicular Holland se inauguró oficialmente a las 4:55 ayer —12 de noviembre— en la tarde por el Presidente Coolidge a bordo de su yate, el Mayflower, anclado en el río Potomac. Con el interruptor de telégrafos de oro que usó el Presidente Wilson para explotar la carga que abrió el Canal de Panamá, el Presidente Coolidge encendió la corriente eléctrica que corrió de los lados de Nueva York y Jersey City, dos enormes banderas de los Estados Unidos abriendo las entradas y completando la elaborada ceremonia.
La nota cuenta que, tras la apertura, unas 20 mil personas recorrieron a pie los más de dos kilómetros y medio de lado a lado. A las 7 de la noche se cerró el túnel para volverse a abrir, ya al tráfico de automóviles, al primer minuto de 13 de noviembre. También se lee que los peatones “literalmente tomaron posesión del túnel. Con la complacencia de los policías encargados de vigilar, quienes reían y bromeaban con ellos, gritaban para oír el eco de sus voces.” El túnel se había empezado a construir en 1920. Fue nombrado en honor de Clifford Milburn Holland, ingeniero civil graduado en Harvard, que murió el 7 de octubre de 1924, a los 41 años, de un ataque cardiaco que se dice fue causado por el esfuerzo de trabajar largas horas bajo tierra y en un ambiente de aire comprimido en la construcción del túnel. El 12 de noviembre el New York Times publicó una breve entrevista con su viuda, renuente a hablar, quien dijo que su marido había imaginado el túnel cuando construía otros bajo el East River: “era capaz de visualizar grandes tareas de ingeniería como un todo en su mente,” dijo. También dijo que su familia era pariente distante —primos en sexto grado— del President Coolidge.
Un folleto publicado poco después de la apertura del túnel —“para que los automovilistas de los Estados Unidos conozcan los beneficios que ofrece esta «octava maravilla del mundo»”—, dice que ese primer día cruzaron por los dos tubos 51,748 coches. El folleto también da varias cifras: la longitud total, 9,250 pies, aquella bajo el agua: 5,480 pies; la cantidad de acero —115,000 toneladas—, de concreto —100 mil metros cúbicos—, de autos que pueden circular por hora: 1,900; o de aire que se inyecta por minuto: más de 100 mil metros cúbicos. Otro artículo del New York Times dice que el costo total de la obra fue de 48.4 millones de dólares.
El lunes 14 de noviembre de 1927, en otro artículo, el New York Times reportó el primer atasque de autos en el Túnel Holland el día anterior: 52, 285 autos —algunos más que los registrados en el folleto— cruzaron llevando a unas 200 mil personas de un lado al otro sólo por la novedad de hacerlo. Eso sí: las cuotas cobradas por cruzar ascendieron a 26,142 dólares. Un taxista contó que hizo ocho viajes ese día, con distintos pasajeros que querían conocer la obra recién inaugurada y no tenían auto propio. También se organizaron excursiones en autobús que costaban 1 dólar por persona el viaje redondo —la tarifa por automóvil privado era de 50 centavos por cruzar. El tumultuoso paseo dominical sirvió para poner a prueba los cálculos de los ingenieros para la calidad del aire en las peores condiciones de tráfico: 1.3 partes de monóxido de carbono por cada 10 mil de aire. El martes 15 de noviembre de 1927, el periódico reportó que en su primer día de uso normal, el lunes 14, el túnel fue cruzado sólo por 17, 726 autos —la expectativa calculada para días normales era del doble. En 1993 el Túnel Holland fue designado como Patrimonio Histórico de los Estados Unidos. En lo que va del 2015, lo han cruzado más de 9.5 millones de vehículos, incluyendo automóviles, autobuses y camiones de carga —poco menos de 30 mil al día.
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