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18 junio, 2024
por Erik Carranza L. | Twitter: SA_Anonima | Instagram: SA_Anonima | linktr.ee: Anonima_arquitectura
Detalle de El sueño del arquitecto, de Thomas Cole (1840), colección del Museo de Arte de Toledo (Ohio).
…you can’t even remember
what I’m trying to forget…Dirty Day
El sueño del arquitecto, es una pintura realizada en 1840 por Thomas Cole, fundador de la Hudson River School. La pintó para el arquitecto neoyorquino Ithiel Town que, ante la poca impresión que le causó la pintura terminada, no la adquirió y quedó en manos de Cole y su familia hasta 1949, cuando fue adquirida por el Museo de Arte de Toledo, ubicado en el 2445 de la Calle Monroe de esta ciudad de Ohio. En la ficha técnica del cuadro, clasificado con el número 1949.162, se especifica que es una pintura al óleo de 134.7 cm × 213.6 cm y con un marco que alcanza una dimensión de 1.76 cm × 2.74 cm. Se adquirió con fondos del legado Florence Scott Libbey en memoria de su padre, Maurice A. Scott. La descripción dice lo siguiente:
Los monumentos arquitectónicos de un pasado lejano dominan El sueño del arquitecto (1840), presentan un continuo de los estilos en los que se inspiraron los arquitectos del siglo XIX. En la brumosa lejanía hay una pirámide que se eleva sobre un templo egipcio. Dos templos griegos están unidos por un muro de pilastras (columnas rectangulares, adosadas y no exentas). Sobre este muro, un acueducto romano y un templo romano redondo descansan sobre los cimientos de la arquitectura griega. En primer plano hay una iglesia gótica surge del bosque. El arquitecto soñador en cuestión se reclina sobre enormes libros de diseños de edificios encima de una columna monumental inscrita con el nombre del artista y el del mecenas, el arquitecto Ithiel Town (1784-1844). Town, junto con su colega Alexander Jackson Davis, popularizó los estilos arquitectónicos del renacimiento de los estilos griego y gótico en Estados Unidos”.
Ese sueño empieza sobre el capitel de la columna que está en un segundo plano, una piedra a manera de basamento de una escultura viva dedicada al arquitecto-mecenas, en el que se puede leer la siguiente frase inscrita en piedra: “Painted by T. Cole, For I. Town Arch, 1840”. Ithiel Town, arquitecto radicado en New Haven (Connecticut), quien popularizó los estilos neogóticos y griegos en Estados Unidos, aparece sentado sobre este capitel en una posición relajada, cómoda, pero sin dormir. Más bien, parece estar en ese momento de somnolencia que nos atrapa después de trabajar y en el que uno empieza a soñar sobre lo que está diseñando, proyectando y trabajando. En su caso, el protagonista sostiene con la mano derecha un plano de lo que parece ser el proyecto de un pórtico, una estoa o un propileo, en la concepción de la arquitectura griega, un espacio simétrico con un basamento que conforma una breve escalinata y un par de columnas en “L” que le dan paso a un muro macizo para jerarquizar el acceso al espacio interior. Bajo ese plano se encuentra un rollo más de otros planos en espera de ser terminados o revisados. El espacio en el que Ithiel Town sueña está conformado por cómodos colchones y cojines, que representan libros de arquitectura, por supuesto, de que otra cosa más, y ahí descansa su brazo izquierdo para poder alzar la mirada hacia sus ensoñaciones, egipcias, griegas, romanas y góticas. Al pie del libro, que conforma el colchón horizontal, se ubican instrumentos de dibujo, un lápiz, su bitácora, una escuadra, reglas, un compás que envuelve otro documento que parece un plano que al estar medio enrollado nos muestra una serie de dibujos, algo más de siete columnas que, a la distancia, marcan la hora de la ensoñación: ese plano representa un instrumento de medición de tiempo, un reloj, y muchos más documentos con dibujos sobre el proceso del sueño, porque los sueños también se diseñan y construyen.
Ithiel Twon viste una túnica color café, casi como un monje que dedica su día al pensamiento, pero, más bien, parece un mago sacado de la saga de Harry Potter. ¿Será que soñar equivale a hacer magia?, ¿el sueño y el truco están vinculados de manera íntima con la imaginación?
Sobre el capitel, en un cambio de escala del segundo al primer plano, se puede ver el cordón de una cortina color verde con listones rojos, sobre la cual el arquitecto-mecenas tiene el control para enmarcar la pintura sobre un arco de medio punto, sostenido en un par de columnas que generan una simetría para cerrar en cualquier momento la apreciación del sueño, compartirlo o negarlo. Líneas verticales, triángulos y medios círculos son los componentes geométricos de este sueño.
La pintura está dibujada en varios planos:
Pero el sueño (compartido) entre Cole y Town, es la representación de una maqueta que está fuera de escala, los dibujos de la escala humana están por completo fuera de proporción contra las capas de los estilos arquitectónicos representados. La idea de monumentalidad aparece en este sueño bajo ese pequeño gesto. En resumen, podríamos asegurar que Ithiel Town está soñando con la construcción de un modelo y una maqueta y que, probablemente, eso fue lo que lo aterró y no le gustó al ver el cuadro terminado. La desproporción del sueño contra su realidad, la idea de una ciudad onírica y una arquitectura fantástica, resumidas en un sueño con una duración de 4 mil años. Por cierto ¿cuánto duran y perduran nuestros sueños arquitectos? En efecto, no era la ciudad de Atenas que él imaginaba para la pintura.
Los planos en su conjunto generan esa profundidad necesaria para la ensoñación: entre más ensimismado esta Town en su sueño, mayor profundidad nos da la representación, la idea de lo antiguo está en el fondo y de lo moderno al frente, el pasado está atrás y el futuro adelante.
Referencias
[1] “El espacio como Dios”, en Aprendiendo de las Vegas, de Denise Scott Brown, Robert Venturi y Steven Izenour.
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