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El Kiosko de Alumnos 47

El Kiosko de Alumnos 47

20 febrero, 2018
por Arquine

 

Kiosko es una iniciativa de la Fundación Alumnos 47 que, desde 2014, ha llevado publicaciones mexicanas a las ferias Nueva York y Los Ángeles (L.A. Art Book Fair y N.Y. Art Book Fair). Como parte de este proceso, desde A47 se lanzó una convocatoria para el diseño del pabellón que sirva de sede a las distintas actividades que se desarrollan durante el evento. En aquel proceso se recibieron 49 propuestas provenientes de diferentes estados de la República Mexicana y 1 fuera del país.

Tras ello, esta semana, en la Casa Pedregal, se reunió el jurado integrado por Chus Martínez, Daniel Garza Usabiaga, Tiago Pinto de Calvalho y Fermín Espinosa, quienes otorgaron una mención honorífica y seleccionó cinco finalistas dentro de los cuales se seleccionó un ganador.

“Nuestro jurado –apuntó Eva Posas, directora del proyecto– basó su decisión en que la propuesta ganadora tuviera una clara inspiración y relación con las publicaciones en el arte contemporáneo y considerara lo editorial como un espacio performático de experimentación. El proyecto también debería poder adoptar diversas configuraciones espaciales donde diferentes eventos artísticos serán detonados a partir de las mismas. La decisión tomada responde perfectamente a lo que queremos comunicar con Kiosko”.

El proyecto ganador comenzará a construirse a partir del 27 de febrero; se inaugurará el 24 de marzo. El Pabellón Kiosko será el punto de encuentro entre una curaduría de publicaciones, una exhibición de piezas derivadas de la misma y un programa público para su activación.


A continuación revisa los proyectos finalistas:

Mención honorífica: We are an event


4º lugar: Lanza Atelier


3º lugar: Recreo47 | Elsa Ponce


2º lugar: Multi-kiosko | David Jesus Garza Ávalos


1º lugar: KKIIOOSSKKOO | Pedro Ceñal Murga, Roberto Michelsen Engell y Adrián Ramírez Siller

Memoria del Primer Lugar:

El término kiosco, del francés kiosque, éste del turco köşk, éste del persa košk, y éste del pelvi kōšk ‘pabellón’, ha encarnado en distintas culturas dos acepciones; ambas coincidentes en su alusión a construcciones pequeñas y confinadas, pero discordantes en cuanto a su conformación espacial. Mientras que el kiosco (1) está delimitado por una serie de muros articulados que funcionan como soporte para exhibir mercancía, el kiosco (2) carece de muros perimetrales y más bien está demarcado por su cambio de altura y con frecuencia por portar una cubierta. Por lo tanto, la gama de interacciones con el kiosco (1) ocurre alrededor de él a diferencia del kiosco (2) que aloja actividades dentro de sí.

Así como un kiosco (1) en una banqueta se adaptaría a la paleta de materiales del mobiliario urbano existente y un kiosco (2) en una plaza acompasaría su volumetría y proporciones con la arquitectura que lo rodea, un kiosco (x), ubicado dentro de un jardín, tendría que integrarse armónicamente a éste y hablar su lenguaje a través de su materialidad. Considerando las coincidencias entre las necesidades programáticas del Pabellón Kiosko y las tipologías descritas, Kkiioosskkoo parte de conciliar la naturaleza de los kioscos (1) y (2) en un proyecto de paisaje que se incorpore y responda al jardín de Alumnos 47 y que posteriormente pueda reubicarse en otros puntos.

Los límites de Kkiioosskkoo dentro del jardín son confusos e irreconocibles. Su piel sigue la plasticidad del suelo del terreno, es una prolongación del mismo, y se eleva gradualmente culminando en una cuesta de escala apabullante. En lugar de interrumpir el espacio verde, este talud lo reorganiza al habilitar con su mismo material una quinta fachada que facilita desde lo contemplativo hasta lo lúdico y cuya geometría invita a sentarse, reclinarse y a interactuar con otras personas.

La plataforma está sostenida por una estructura que duplica el espacio habitable al contener un jardín interno que a la vez es una suerte de caverna liviana y permeable. Conformadas por materiales y prefabricados que se usan comúnmente en jardines y parques públicos, sus columnas perimetrales sostienen una serie de paneles giratorios que permiten un sinnúmero de modulaciones dentro, sobre y fuera de los bordes de Kkiioosskkoo y que le dan flexibilidad programática. Éstos además funcionan como soporte para exhibir material (publicaciones, piezas de arte, objetos variados, referencias para presentaciones, entre otros) el cual al ser organizado sobre las superficies de malla, va creando planos sólidos que dan la impresión de estar suspendidos y que se yuxtaponen de distintas formas.

El volumen (camuflajeado) de kkiioosskkoo utiliza un cuarto del ancho y la mitad del largo del jardín y está alineado con el remate al llegar al jardín, invitando a vivirlo. El jardín se vuelve omnipresente: se vive sobre Kkiioosskkoo, bajo Kkiioosskkoo, en Kkioosskkoo y alrededor de Kkioosskkoo. La neutralidad de Kkiioosskkoo permite además que las publicaciones cobren vida en y junto a él a través de actividades variadas. Al operar sus paneles, los usuarios lo convierten en un espacio de exhibición, reunión, presentación o en uno completamente nuevo por lo que ellos se vuelven piezas clave en el diseño de Kkiioossccoo.

Al terminar su ciclo en Alumnos 47, Kkiioosskkoo se puede desarmar y reubicar fácilmente en otro sitio, con la posibilidad de llevar un registro de su primer emplazamiento –el pasto que fue extraído– y dejando una huella de su presencia en el jardín. En cada nuevo emplazamiento, tras portar más elementos, adoptar nuevas extensiones y envestirse de nuevas pieles, se convertiría en testimonio de su génesis; como una ruina en constante contingencia.

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