Más que una metáfora del jardín como parte intrínseca de la ciudad, esta exposición de Monika Sosnowska (Ryki, Polonia, 1972) propone la deconstrucción y reinterpretación de los elementos urbanos cotidianos. Se trata de un conjunto de ocho piezas contenidas en la crujía central de la Galería Kurimanzutto que remiten a una relación conceptual entre escultura, arquitectura y ciudad.

Como parte de una impresión abstracta de la urbe, Sosnowska entiende el urban sprawl como una jungla caótica de concreto y asfalto, pero también sugiere una lectura verde y orgánica más profunda. Los objetos de “El Jardín” adquieren distintas formas transmutadas, desde una balaustrada invertida colocada en vertical, un fragmento torcido de escaleras, una serie de seis puertas metálicas dispuestas como una flor o hélice de ventilador, macetas con varillas que crecen como plantas, tuberías encontradas, canceles de ventanas dobladas como un gran platón y una arbotante colgada del techo.

La artista polaca no suele utilizar el ready-made como parte de su proceso creativo ya que su obra es proyectada y creada desde cero, sin embargo, para esta exhibición reutilizó un par de elementos con el fin de retomar la idea del andamiaje residual de la ciudad. Sosnowska, quien recientemente expuso en el Museo Rufino Tamayo, trabajó durante un mes con carpinteros y herreros para así definir las características plásticas de estas esculturas independientes, que sin ser verdes, son la reminiscencia de un jardín urbano con vegetación de carácter simbólico. Hoy fue inaugurada la exhibición y estará hasta el 14 de enero del próximo año.

Foto cortesía de Galería Kurimanzutto.