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22 noviembre, 2013
por Pedro Hernández Martínez | Twitter: laperiferia | Instagram: laperiferia
Ubicado en un edificio diseñado por los arquitectos Augusto Álvarez y Juan Sordo Madaleno, LIGA, espacio para arquitectura es un pequeño gran espacio de 13 m2 dedicado a promover el intercambio de ideas e investigación sobre la práctica arquitectónica contemporánea. Durante las 12 exposiciones que ya ha desarrollado se ha convertido un lugar importante -tanto dentro como fuera de México- dentro de la difusión y promoción de la arquitectura, en especial de la latinoamericana. Dentro de sus paredes han pasado arquitectos de Chile, España, Colombia, Portugal, Argentina, Brasil y México. Cada uno interpretando el espacio de acuerdo a sus propias agendas y ofreciendo un variado catálogo de posibilidades de intervención.
Ahora se traslada a Lisboa en el marco de la Trienal de Arquitectura. Allí, LIGA -uno de los representantes mexicanos en la Trienal junto con José Esparza, Frida Escobedo o The (New) Book of Questions de Evangelina Gerra Luján- ha desarrollado junto con MMX una exposición en la ciudad portuguesa que se desarrolla de forma paralela a la que el estudio portugués RCJV ofrece actualmenteen ciudad de México.
La propuesta de MMX genera “una reflexión sobre escala, contenido y frecuencia al multiplicar el espacio de LIGA en las amplias salas del Museo de Diseño y Moda de Lisboa (MUDE)”. De hecho, el espacio sobre el que actúan los arquitectos mexicanos multiplica por treinta el “pequeño gran espacio” de LIGA. Toma “como referencia el tamaño” para entender que “podría presentarse en el MUDE el trabajo de treinta estudios simultáneamente”, o lo que es lo mismo “el volumen físico que se conseguiría con ocho años de programación”.
“MMX instala una repetición del perímetro de LIGA a través de unos textiles bermellones tensados entre columnas metálicas, creando un campo diagonal que satura el espacio del MUDE. Los atributos geométricos y espaciales de ambos espacios dialogan entre sí para explorar las posibilidades de uno contenido en el otro, estableciendo una nueva organización”.
Tal y como indica Pablo Landa en el texto que acompaña a la exposición MMX ha realizado su propuesta de forma directa, dejando visible el contacto de materiales desarrollándola con “una cinta de fieltro que cambia de espesor y posición; contiene espacios, traza recorridos y enmarca y cierra vistas. En cada punto de la sala, la instalación ofrece una experiencia espacial distinta. La galería se convierte así en un laberinto con múltiples destinos y trayectos”.
Sin programa, la propuesta se convierte en dar visibilidad al espacio de LIGA, trasladando de forma múltiple a la capital portuguesa y construyendo con materiales baratos y sencillos una nueva percepción del espacio donde “enlazar, proyectar, vislumbrar y trazar geografías poéticas”.
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