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¡Felices fiestas!
2 febrero, 2023
por Valeria Rubio García
Este texto fue publicado originalmente en Coolhuntermx
Hace unos días tuve la oportunidad de platicar con Emilio Hernández, del Centro de Imaginación Oaxaca, uno de los participantes de Cocina CoLaboratorio. En nuestra plática surgieron temas como la participación colectiva, la gestión social del hábitat, el altruismo, el racismo y muchos otros temas de índole social. Durante la charla mencionamos los distintos matices, luces y sombras alrededor de temas relacionados con el asistencialismo y la “ayuda” a las comunidades; lo contraproducente y violento que puede ser el actuar desde el privilegio y la verticalidad.
Dentro de los muchos saberes y cuestionamientos que compartimos, el objetivo de Cocina CoLaboratorio es cómo se busca la co-creación por medio de la participación de mujeres y hombres; cada una partiendo de su propia realidad, pero siempre con la misión de que nazca desde la comunidad, en este caso, de Loma Bonita, Chiapas.
Las y los participantes son comunidades de agricultores y productores, académicos, creativos y chefs que intercambian conocimientos y prototipan acciones trans-disciplinarias de sistemas agro-alimentarios. Es un acto de reconexión entre realidades y disciplinas distintas que busca la co-creación. Un archivo de semillas, recetas, relatos, objetos y paisajes locales para un futuro más sostenible y justo. Se trata de reconectar con la cocina como espacio social de plática e intercambio y generación de ideas y acciones alrededor de la mesa.
Desde que se empezó el proyecto de Cocina CoLaboratorio, han surgido muchas preguntas que se han vuelto el motor de acción de este laboratorio transdisciplinario. Alguna de ellas son: ¿cómo unimos el conocimiento científico con el conocimiento local? ¿Qué tipo de proyectos trans-disciplinarios podemos crear hacia un mejor sustento y resiliencia ecológica de comunidades rurales? ¿Cómo podemos conservar el medio ambiente y su biodiversidad en equilibrio con la producción sostenible de alimentos? ¿Cómo vincular el consumo local con la demanda global?
Co-diseño
Este proyecto, nacido en 2016, se trata también de un laboratorio para ideas donde converjan la restauración del paisaje, la conservación, la producción de alimentos. Y es a partir del año 2021, cuando se empieza a gestar la co-construcción del espacio físico para esta cocina-laboratorio. Mediante la creación de este espacio permanente y a través del diseño participativo, se da lugar a una mayor y mejor interacción e intercambio de saberes y experimentación colectiva. El lugar seleccionado es una parcela comunal que se localiza cerca del río Lacantún.
Se ha fortalecido el diálogo y la participación para la creación de prototipos temporales para lograr imaginar el futuro de dicho espacio común. Su forma de trabajo se basa en la pedagogía comunitaria colectiva, por medio de conocimientos locales constructivos, materiales ecológicos y funcionales creando, así, un jardín etnobotánico de plantas medicinales y comestibles de la región. También ha sido una plataforma para actividades y residentes, baños secos y un horno diseñado de forma comunitaria.
Talleres participativos
Para esta fase, participaron con Comunal: Taller de Arquitectura bajo la visión democrática de la arquitectura participativa y la Producción y Gestión Social del Hábitat. Comunal actúa como un acompañante integral; su visión reconoce a cualquier persona, independientemente de su contexto social. Junto a la comunidad, identifican necesidades para proponer soluciones de diseño, tomar decisiones y autoproducir colectivamente su hábitat.
Comunal llevó a cabo dos talleres iniciales para compartir y reflexionar sobre los alcances del proyecto. Se establecieron premisas en torno al diseño y al proceso de autoproducción: el uso de materiales locales y sistemas constructivos tradicionales, así como la recuperación de la memoria constructiva del lugar a través del aprendizaje colectivo y capacitaciones. También se siguió la autoproducción colectiva del espacio y la organización de un comité local de seguimiento al proyecto.
El taller de diseño participativo para el co-diseño del espacio físico se llevó a cabo alrededor de las siguientes acciones y reflexiones:
Se tiene como prioridad la ejecución de su autoproducción, por medio de ejercicios colectivos previos. Éstos permitirán detallar, planear y validad las propuestas a las que se llegó en los ejercicios participativos previos.
De forma paralela, las y los integrantes continuarán con su labor de investigación activa y participativa sobre las formas de habitar Loma Bonita, de acuerdo con la memoria histórica del lugar narrada por su arquitectura local. El proyecto ha sido galardonado con distintos reconocimientos como el Holcim Foundation, finalista en el Global Challenge 2021 de Architecture in Development.
Cocina CoLaboratorio fue el proyecto ganador del segundo “Premio William Bullock 2020, USC Fisher Museum of Art + Patronato Fondo Arte Contemporáneo AC + Palabra de Clío AC”. Este proyecto no sólo se trata de un laboratorio piloso aislado que reúne saberes, prácticas y experiencias en torno al patrimonio biocultural de Loma Bonita, en la Selva Lacandona, Chiapas; sino también en otras comunidades mexicana como Santo Domingo Tomaltepec, en Valles Centrales, Oaxaca; y San Gregorio Atlapulco, en Xochimilco, Ciudad de México.
Algunos de las y los colaboradores, creativos e investigadores del proyecto son:
Rafa Lombera
Paco Jamangapé
Oralia García
Miguel Angel Romero
Abimael Romero
Nelva Jamangapé
Rafael Gutiérrez
Autoridades y comunidad del Ejido de Loma Bonita
Comunal Taller de Arquitectura
Mariana Martínez
Emilio Hernández Martínez
Elizabeth Guerrero
Diego Hernández
Mónica Jaimes
Natsuho Fujisawa
Eduardo Argueta