Una mansión de los años 30’s ubicada en un tranquilo emplazamiento dentro de un patio común justo en el centro de la Ciudad de México es transformada en un hogar para una familia. Sobre el edificio existente se añadió un nuevo nivel al introducir una cubierta con un largo cantilíver hecha de concreto blanco, que provee de sombra a los espacios interiores acristalados que se benefician ahora de una suave y moderada luz natural: un oasis recóndito en el interior de la bulliciosa ciudad.
marzo 2017