Inflexiones: convertirse en lo que aún está por ser
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¡Felices fiestas!
20 septiembre, 2015
por Andrea Griborio | Twitter: andrea_griborio | Instagram: andremonida
Hablar de la casa como epítome de lo doméstico y, a su vez, de lo íntimo es común. Nos referimos a nuestra casa como aquel lugar privado que de cierta manera traduce a otros y a nosotros mismos nuestra personalidad. Un espacio que solo puede verse escalado con la habitación.
La casa es siempre un espacio lleno: de vivencias, de memorias y, evidentemente, de objetos; no sólo de aquellos que permiten ser testigos imborrables de una historia común, un legado, sino también, de aquellos que nos facilitan el quehacer cotidiano. Una casa vacía es una estructura sin alma, un lugar inhabitable que espera impaciente su ocupación. Hacer de una casa tu espacio es la conquista más importante que tiene una persona. Ocupar no es solo sinónimo de invadir o irrumpir, es también sinónimo de habitar, y para habitar hay que convertir el espacio en morada, apropiarse de él, principalmente a través de objetos.
Todo aquello que llena la casa, nuestra casa, se podría asegurar que, sin excepción, se reunió en el Parque de Exposiciones de Villepinte –ubicado a las afueras de París– para ser expuesto al público y celebrar Maison&Objet, el nombre de la feria que, en su vigésimo aniversario, reunió más de tres mil de marcas de todo el mundo para demostrar que la casa no es sólo el espacio que se construye, sino que es, sobre todo, el lugar que habitamos y del cual nos apropiamos en nuestro día a día.
Maison&Objet logra reunir en un mismo lugar una oferta 360 grados, a través de de productos de decoración, diseño, mobiliario, accesorios, textiles, fragancias, niños, acabados, materiales de construcción, utensilios, lámparas, bicicletas, zapatos, bolsos, vajillas, ropa, papelería, electrodomésticos, regalos, esculturas, relojes, artículos de baño, jardinería, orfebrería, sábanas, toallas, cunas, peluches, revistas, entre otros estilos, tendencias y nuevas tecnologías. Cada uno de éstos en un espacio del cual se apropian y en el que también recrean la casa y el objeto. Desde lo más clásico hasta los sistemas más avanzados, desde lo más simple a lo más complejo.
Las más de 80,000 personas que reúne Maison&Objet en cinco días permiten reivindicar lo doméstico y lo íntimo en un espacio público de exhibición. Esta celebración trasciende el espíritu de las ferias expositivas para convertirse en el momento de encuentro más importante del diseño doméstico entre Europa, Asia y Norteamérica. Un momento lleno de lugares que persiguen compartir y recrear lo más común e íntimo en un sólo espacio lleno de cosas por contar, de objetos por coleccionar y de casas con las que soñar y personalizar.
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