Gobierno situado: habitar
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1 abril, 2015
por Alejandro Hernández Gálvez | Twitter: otrootroblog | Instagram: otrootroblog
Entre 1908 y 1910 tres jóvenes arquitectos se encontraron trabajando en la oficina del más grande arquitecto de ese momento, Peter Behrens. Uno había nacido en 1887 en un pueblito suizo, era hijo de un artesano proveniente de una familia, también de artesanos, que había emigrado del sur de Francia. El otro nació un año antes, en 1886, en Aachen, que los franceses llaman Aix-la-Chapelle. Ahí nació, el 2 de abril el emperador Carlomagno en el 742 (o 47 o 48) y ahí mando hacer una Catedral donde se encuentra el austero trono del Emperador de Occidente. El joven nacido en Aquisgrán, como en español llamamos a Aachen, era hijo de un cantero. Ninguno de estos dos jóvenes tenía un entrenamiento formal como arquitecto cuando entraron a trabajar en el despacho de Behrens. Eran Charles-Édouard Jeanneret-Gris, que se cambió el nombre por Le Corbusier, y Maria Ludwig Michael Mies, que luego transformaría su nombre en Ludwig Mies van der Rohe. El tercer joven era Walter Gropius.
Gropius no nació en un pueblito sino en una gran ciudad: nació en Berlín en 1883. Su padre no era un artesano sino que ya era arquitecto y tenía el cargo de Consejero Municipal de Obras Públicas en la ciudad. Estudió arquitectura, el sí, entre 1903 y 1907 en Munich y Berlín. Aunque su padre y su tío abuelo fueron arquitectos, Walter no sabía dibujar. Afortunadamente su estatus social le permitió contratar asistentes desde su etapa de estudiante que le ayudaban a realizar los trabajos escolares. Gropius dejó el taller de Behrens en 1910 para forma el suyo propio asociado con Adolf Meyer, con quien, entre muchos otros proyectos, diseñó la Fabrica Fagus, en 1911, y el concurso de la torre del Chicago Tribune, en 1922. Por esos años también se hizo miembro de la Deutscher Werkbund y amante de Alma Schindler, que en ese momento estaba casada con Gustav Mahler. Cuando murió Mahler, en 1911, Alma inició una relación con el pintor Oscar Kokoschka. En el 14 Gropius fue movilizado al frente en Alsacia. En su Vidas construidas, Anatxu Zabalbeascoa y Javier Rodríguez Marcos escriben que “acosado por continuos ataques de histeria e insomnio, Gropius fue hospitalizado en Estrasburgo y trasladado luego a su casa. Allí le esperaban varias cartas de Alma Mahler, con la que se reconcilia en febrero de 1915. En agosto el mismo año, para disgusto de la señora Gropius, se casan en Berlín. Pero la guerra sigue su curso y dos días después él vuelve a su regimiento y ella a Viena.”
Como miembro de la Deutscher Werkbund, Gropius había conocido a Henry van de Velde, quien en 1899 se había instalado en Weimar donde, en 1905, fundó la Gran Escuela Ducal de Artes y Oficios. Van de Velde recomendó a Gropius para dirigir la escuela pero éste rechazó la oferta. En 1915 la escuela cerró. El primero de abril de 1919, ahora sí bajo la dirección de Walter Gropius, abrió en Weimar la Staatliches Bauhaus, que siguió en esa ciudad hasta 1925, cuando se mudó a Dessau donde siguió abierta hasta 1932, cuando se cambió a Berlín. Gropius dirigió la Bauhaus de su inauguración hasta 1928, le siguió el suizo Hannes Meyer, hasta el 30 y luego su antiguo compañero en el taller de Behrens, Mies van der Rohe, quien la dirigió hasta el 33, cuando los nazis obligaron a cerrarla.
En su libro El alcance de la arquitectura total, Walter Gropius explica la ideología básica de la Bauhaus: “la convicción práctica en la ciudadanía compartida de todas las formas de trabajo creativo y su interdependencia en el mundo moderno.”
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