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Alice Coleman (1923–2023)

Alice Coleman (1923–2023)

19 julio, 2023
por Alejandro Hernández Gálvez | Twitter: otrootroblog | Instagram: otrootroblog

El 2 de mayo pasado, pocas semanas antes de llegar a su cumpleaños número 100, murió la geógrafa británica Alice Coleman. En el obituario que publicó The Guardian, la describe como “la geógrafa que impulsó la idea del ‘espacio defendible’ para mejorar algunos diseños problemáticos de edificios de gran altura.”

Coleman nació en Londres el 8 de junio de 1923. Estudió para ser maestra y después obtuvo un doctorado del University College de Londres. Enseñó geografía en el King’s College, también de Londres, donde fue profesora desde 1987. En los años 60, Coleman fue directora del Second Land Use Survey of Britain. El primer relevamiento del territorio británico se hizo en 1930. La misma Coleman, en un texto publicado en 1961, explicaba que esos mapas, realizados en el periodo entre las dos guerras mundiales, habían sido rebasados por los usos que se habían dado posteriormente a la tierra.

En armonía con el desarrollo de la práctica del uso de la tierra en muchos países, el presente levantamiento incorpora un gran número de categorías para mapear. Por ejemplo, se pide a los topógrafos que registren cultivos individuales, que clasifiquen las fábricas según catorce tipos de productos, y observar la distribución de una docena de tipos de vegetación natural. En total, sesenta y cuatro categorías de información estarán representadas en los mapas impresos finales. Lejos de disuadir a los topógrafos (el mayor riesgo para el éxito del proyecto), el esfuerzo requerido para dominar la identificación de tantas categorías ha resultado ser un estimulante desafío para los participantes, y los mapas recibidos hasta la fecha han sido, casi sin excepción, de alto nivel.

Los datos que fueron mapeados en ese segundo relevamiento y su comparación con los que contenía el de los años 30, llevaron a Coleman a tomar una postura que se resumió en el título de otro ensayo, publicado en 1976, ¿Es realmente necesaria la planeación?

El mal uso de la tierra británica, revelado por el levantamiento de utilización de la tierra anterior a la guerra, fue una consideración importante que condujo a la institución de la maquinaria de planificación en 1947 para crear un patrón de uso de tierra más racional. El Segundo Levantamiento de Utilización de la Tierra proporciona ahora información de retroalimentación sobre qué tan bien se ha implementado este objetivo. Contrariamente a lo esperado, los hallazgos no son muy alentadores. La separación planificada de la ciudad y el campo, con el fin de integrar el paisaje urbano y conservar el recurso de las tierras de cultivo, no parece haberse logrado. Ha habido una pérdida rápida y acelerada de tierras de cultivo y, además de esto, también hay mucha tierra fragmentada y sujeta a presiones urbanas por el nuevo desarrollo en expansión. Lejos de lograr su objetivo de eliminar el ‘margen rural’ de las mezclas de uso incompatible, la planificación parece haber fomentado a menudo activamente su proliferación. En el frente urbano, los mapas de uso del suelo revelan que la falta de provisión de viviendas adecuadas parece deberse principalmente a la demolición prematura y generalizada de viviendas. Esto se explora examinando los usos antes y después de 1000 kilómetros cuadrados en el sureste de Inglaterra. El uso nuevo más grande resulta ser la tierra baldía, mientras que las carreteras y los espacios abiertos cuidados han consumido cada uno de 15 a 16 veces más tierra nueva que los usos residenciales.

 

Esas conclusiones llevaron a Coleman a acercarse al trabajo del arquitecto y planificador Oscar Newman, quien en 1975 publicó sus Pautas de diseño par la creación de espacio defendible. No está de más señalar que ese estudio fue promovido por el Instituto Nacional de Cumplimiento de la Ley y Justicia Criminal (National Institute of Law Enforcement and Criminal Justice), del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, con asistencia del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano. Es decir, parte, antes que nada, de una visión legal y policiaca del espacio. La primera línea del prólogo habla del aumento del crimen en áreas residenciales. Newman define el “espacio defendible” como “un entorno residencial cuyas características físicas (diseño del edificio y plano del sitio) funcionan para permitir que los propios habitantes se conviertan en agentes clave para garantizar su seguridad”.

Coleman publicó en 1985 sus ideas sobre urbanismo y planeación o, más bien, su fracaso, en el libro Utopia on Trial: Vision and Reality in Planned Housing. En el obituario de The Guardian, Loretta Lees explica que Coleman “condenó tales desarrollos como idilios fallidos, criticando a los planificadores autoritarios y paternalistas dentro del Ministerio de Vivienda, el gobierno local y el Departamento de Medio Ambiente. Como alternativa, promovió modificaciones que creía que abordarían algunos de los problemas creados inadvertidamente por un diseño deficiente.” La posición y las ideas de Coleman resultaron —evidentemente, dirán algunos— muy atractivas para Margaret Thatcher, quien la invitó a colaborar en su gobierno en temas de urbanismo y ¿no planeación?

En un texto reciente titulado “Dystopian on Trial: Alice Coleman’s Architectural Determinism”Robert Bevan escribe:

Para Coleman, el problema no era la pobreza o las políticas de asignación o el mantenimiento, sino que el “antiguo sistema de selección natural” había sido interrumpido por el “ideal utópico de vivienda planificada por una autoridad paternalista”. El problema, entonces, no era sólo el diseño modernista per se, sino la interferencia estatal en el funcionamiento del libre mercado. Como era de esperar, su trabajo encajaba perfectamente en la política de privatización de viviendas de Thatcher bajo el derecho a comprar que ha resultado catastrófica para la oferta de viviendas asequibles.

Las deficiencias del estudio de Coleman, como la falta de un índice comparativo de privación socioeconómica para comparar con sus variables de diseño, fueron criticadas rotundamente en ese momento. Sin embargo, su pensamiento encontró su camino en un experimento de remodelación de una propiedad financiado por el gobierno de £ 50 millones. La policía local cuestionó sus afirmaciones de que los cambios de diseño siguiendo su método en Mozart Estate de Westminster habían causado una caída en el crimen (en lugar de un cambio en las tácticas policiales en ese momento), sin embargo, su enfoque sobrevive en el régimen actual de Secured by Design bajo el cual la policía todavía interfiere en cuestiones de diseño, como la disposición de los conjuntos de vivienda.

El caso de Coleman es uno más de personas involucradas en el diseño del entorno —arquitectos, urbanistas, planificadores— que en una confusa mezcla de datos no del todo corroborados, deducciones que tienen todo de ideológico sin asumir peros se presumen como trabajo científico y posiciones políticas no confesadas disfrazadas de saber experto y objetivo, imponen decisiones y proyectos a cientos y miles de personas con una autoridad que no es mucho mayor a la que tendría un grafólogo para diseñar planes de estudio académicos. De hecho, como señalan tanto Lees como Bevan, el hecho de que Coleman, en sus últimos años, se haya dedicado al estudio de la grafología y se haya vuelto editora de la Graphological Magazine, mucho nos dice de ese tipo de teorías deterministas.

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