Es uno mismo el que tiene que construir el texto, como si fuera un DJ, montando las diversas páginas en un orden, cortando, pegando y reestructurándolo todo. Conocer, más que nunca se ha convertido en un acto de montaje” Miguel A. Hernández Navarro

En 1928 Le Corbusier, Hélène de Mandrot, Sigfried Giedion, entre otros, se reunieron en el Castillo de Sarranz en Suiza para constituir lo que sería el primer Congreso Internacional de Arquitectura Moderna conocido también como CIAM, este acontecimiento sirvió como el detonador para formalizar los principios arquitectónicos, económicos e incluso políticos del movimiento moderno. En el cuarto congreso, realizado en 1933 se redacta la Carta de Atenas (Publicada por Josep Lluis Sert y Le Corbusier en 1942) concebida como un manifiesto urbanístico basado en la idea de la ciudad funcional y que sirvió como modelo para el desarrollo de algunas ciudades como es el caso de Brasilia. Los CIAM constituyen el paradigma de los congresos en la primera mitad del siglo XX, un modelo anacrónico de reunión que buscaba exponer las ideas entre un grupo selecto para así construir un legado.

Hace unos meses y dentro del marco del London Architectural Festival se reunían en Londres los organizadores de algunos de los principales festivales de arquitectura de Europa, Deyan Sudjic -Director, 8th Venice Biennale of Architecture, Hege Maria Eriksson – Director, Oslo Architecture Triennale, Ben Evans, Co-Founder and Director, London Design Festival, Shumi Bose – Curatorial Collaborator, 13th Venice Biennale of Architecture 2012, Beatrice Galilee – Chief Curator, 2013 Close Closer, Lisbon Architecture Triennale, Vicky Richardson – Co-Director, London Festival of Architecture el motivo de la reunión era hacerse la pregunta What’s the point of architecture and design festivals? ¿Cuál es el sentido de un festival de arquitectura y diseño? ¿Acaso esta especie de exhibiciones urbanas son meros mecanismos para promover la cultura en las ciudades y atraer un mercado de prestigio? Esto parece ser lo obvio del tema. Convertir una ciudad en venue cultural es un aspecto lógico y positivo de promoción y compromiso con el desarrollo económico y turístico del lugar donde se realice. Sin embargo, todos coinciden en que existe un sentido real en la idea de un festival de arquitectura, y que este se encuentra en las ideas y las experiencias. Ya quedó atrás el concepto de reunión en torno a un tema, como si se tratase de un encuentro religioso donde un genio superior habla ante una serie de mentes creyentes, creativas e interesadas, como lo señala Sudjic. En la actualidad, el tema es el detonador, su éxito se da en función a la reacción de aquello que busca generar, al experimentar con las ideas, responder a un tema o enfoque y también trabajar para el público, entendido como el más importante de los clientes. Un festival no solo funciona como acelerador de neuronas, también pretende ser el detonante de acciones y reacciones desde la disciplina, para un público no especializado y donde las autoridades e instituciones ávidas de ideas, encuentren en un Festival el acontecimiento donde actuar y probar, dialogar y experimentar por encima del mero hecho de mostrar.

En México surge un evento de esta naturaleza, el nuevo Abierto Mexicano de Diseño se presentó el pasado lunes durante #LaHoraArquine como un festival internacional de diseño que busca celebrar todos sus aspectos para acercarlo a la sociedad, en un formato abierto que permite la participación libre de todo aquel que desee inscribir un evento a través de diferentes esquemas. En si mismo el AMD se comporta como una plataforma de exposición y promoción del diseño mexicano y sus principales participantes, conformado por un consejo heterogéneo de 38 diseñadores, arquitectos, curadores, promotores, académicos, comunicadores y entusiastas y tendrá lugar en octubre del presente año.

No es casual el nombre de éste texto, buscar construir acontecimientos en torno a la arquitectura es un interés personal desde hace más de diez años, generar los escenarios de acción donde las ideas, sensaciones y experiencias sean las protagonistas. Acelerar neuronas, detonar ideas, vivir experiencias en torno a la arquitectura como acontecimiento. Este texto aparece en el marco de la celebración de la entrevista número 100 de los 115 programas de #LaHoraArquine, que a través de radio por internet se transmite desde hace un poco más de dos años, para constituir otro marco, otro espacio que pretende activar y envolver los intereses, aspiraciones y sucesos de una disciplina, para contribuir en la construcción del conocimiento y su visibilidad. Cada uno de éstos espacios deberá leerse como el campo de oportunidad donde actuar, reflexionar y experimentar, formatos como plataformas donde seleccionar con criterio, configurar y construir el conocimiento en torno a los acontecimientos arquitectónicos.

Stairs to nowhere | dRMM Architects
Fuente: The Guardian