La pieza principal del pabellón chileno son 500 testimonios transformados en 500 pinturas. Basadas en un conjunto de reglas formales y trabajo colectivo, en las que la autoría se diluye en la comunidad, pintores e historiadores han reunido las historias del emblemático conjunto habitacional José María Caro para convertirlas en imágenes. Éstas recorren distintos espacios, recordando vidas pasadas y presentes dentro de la comunidad. La pregunta de cómo viviremos juntos implica una reflexión sobre las experiencias de la manera como hemos vivido como comunidad,
los diferentes ciclos históricos y políticos que son parte del territorio que habitamos y cómo la memoria nos permite mirar nuestro pasado y, por tanto, lanzar una mirada conjunta al futuro. El conjunto José María Caro se encuentra al sur del periférico central de Santiago de Chile y es parte de un proceso de integración social cuidadosamente planeado. A fines de los años 50 y principios de los 60, la Oficina de Vivienda del gobierno implementó un nuevo plan de vivienda que reuniría distintas clases sociales en el mismo territorio. Espacios testimoniales se enfoca en las
memorias, los anhelos y las tácticas espaciales de una vida integrada; en una ciudad que es el resultado de un inventario hecho con estereotipos; en una ciudad biográfica en la que las arquitecturas, las rutinas imaginarias y los espacios y circunstancias comunes reconstruyen una imperfecta ciudad ya habitada que busca un ideal: una
casa, un parque, un mercado, el barrio, el hecho de vivir unos junto a otros.•